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MISION DE LOS CAPUCHINOS EN LOS LLANOS DE CARACAS 199 207 Testimonio de auto por el que el obispo de Caracas reconoce y aprue- ba la fundación del pueblo de indios gayones Nuestra Señora de Gua- dalupe de Bobare, realizada por ¡os misioneros capuchinos . - Caracas, 26 mayo 1733.- Original (AGI, Santo Domingo, 802). Auto.— Nos, el Doctor Don José Félix Valverde, por la divina gracia y de la Santa Sede Apostólica, Obispo de la Santa Iglesia Cate- dral de Caracas y su obispado, del Consejo de S.M., hacemos saber al Licenciado Don Diego de Ulacia, nuestro Vicario foráneo de la ciu- dad de Barquisimeto y su jurisdicción, como en nuestra Audiencia y juzgado pareció el M.R.P. Fray Salvador de Cádiz, religioso capuchi- no, misionero apostólico y procurador de las misiones de este obis- pado, y, por escrito que presentó, nos hizo relación cómo en concu rrencia del cabildo, justicia y regimiento de dicha ciudad y la de dicho Vicario habían conseguido que diferentes familias de indios de na- ción gayones, que andan dispersos en los montes de la jurisdicción de dicha ciudad, se hallan reducidos a poblarse en el sitio y sabana de Bobare para vivir cristiana y políticamente, conviniendo en que los religiosos capuchinos les eduquen y administren los Santos Sacramen- tos, y para ello héchose demarcación del pueblo y delineado sitio para la iglesia con el título de Nuestra Señora de Guadalupe, se nos ha pedido aprobación de lo ejecutado y las más órdenes convenientes para elefectivo cumplimiento de lo que va expresado, como consta más por extremo de dicho escrito, el cual, con su decreto de veinte y seis de mayo de este presente año, a la letra es como se siguen: Ilustrísimo Señor: Fray Salvador de Cádiz, misionero apostólico y procurador de las misiones de Capuchinos de esta provincia de Ca- racas, ante V.I. parezco en debida forma y digo cómo hallándose en los linderos y jurisdicción de la ciudad de Barquisimeto diferentes familias de indios gayones que ha muchos años que viven en los montes medio levantados y sin sujeción ni doctrina por no haberse querido nunca reducir a población y, habiéndose solicitado al Pre- fecto de estas misiones, por parte del Licenciado Don Diego de Ulacia, cura y vicario de la ciudad de Barquisimeto, y por parte del