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MISION DE LOS CAPUCHINOS EN LOS LLANOS DE CARACAS 189 se puso por vuestra parte y cédulas que a favor de esas misiones se manifestaron sobre tener facultad para los referidos nombramientos, por convenir a mi real servicio y bien público, que en el estado pre- sente de las cosas de esa provincia se ejecuten por el gobernador, en cuya consecuencia es mi voluntad que el actual gobernador y los de- más que le sucedieren, ejecuten en adelante los nombramientos de teniente y justicia mayor, como lo han practicado últimamente, de que ha parecido participaros para que os halláis con esta noticia. Fecha en Sevilla, en 27 de octubre de 1729.— Yo el Rey.— Por mandado del rey nuestro señor, Don Jerónimo de Ustáriz. 202 Cédula al gobernador de Venezuela para que informe sobre la pre- tensión de los misioneros rapuchinos respecto a hacer navegable el río Yaracuy para solo los indios con objeto de que por allí pudiesen sacar los ¡rulos de la tierra hacia Puerto Cabello y proveerse de otras cosas necesarias.— Antequera, 16 marzo 1730,— Original (AGI, Santo Domingo, 881, Registro de Cédulas, libro 40, ff. 64-65). El Rey. Mi gobernador y capitán general de la provincia de Venezuela: con motivo de iviber representado Fray José Francisco de Cádiz, Prefecto de las misiones de capuchinos de los llanos de esa ciudad, en caa de 20 de junio de 1722, que, para un caso de que con las pro- vidncias dadas para que fuesen navíos de estos reinos a esa jurisdic- ción, se consiguiese desterrar de esas costas el ilícito comercio de extranjeros, convendría conceder a los indios de esas misiones que ellos solos navegasen el río Yaracuy para conducir el cacao y demás géneros de los españoles de Puerto Cabello, a fin de que, con el porte de las canoas y ganancia del trabajo de los mismos indios, pu- diesen los misioneros abastecer los pueblos de las misiones para todo lo que condujese a su manutención y adorno de las iglesias, como también el hierro que necesitasen, y que, para evitar el trato ilícito, se podría poner en la boca del dicho río una casa de registro con per- sona de confianza, donde pagasen los españoles un peso de cada carga, exponiendo otras cosas sobre su navegación. Se expidió des-

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