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164 FUENTES PARA JA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA ni buscar el preciso alimento, por donde se vio el dicho mi religioso con los que le acompañaban en peligro próximo de perecer de hambre. Y no sólo, señor, hicieron el daño de destruirnos este nuevo pue- blo y llevarse los indios que pudieron haber a las manos, sino es que los más de los dichos indios, con la confusión del asalto que les dieron, se huyeron fugitivos a los montes, de donde será ya casi imposible volverlos a reducir, como todo constará a V.M. por los instrumentos adjuntos y por los autos e información que sobre el particular hizo de oficio vuestra real justicia de la ciudad de San Sebastián. Y, después de haber ejecutado tan fea acción, para pretextarla y darle algún color de justicia, como en estas partes acontece, pasaron a escribir carta al gobernador de Cumaná, suponiendo que el religioso capuchino que había fundado aquellos dos pueblos, era intruso y apóstata, y que el sitio que estaba era de la jurisdicción de Cuma- ná, siendo uno y otro siniestro, pues el dicho religioso estaba con mis letras y patente y con mi licencia había erigido dichos pueblos, y la jurisdicción y terreno en que se hallaba, era y lo es de esta provin cia de Caracas, como todo parecerá por los adjuntos instrumentos. Y con este fingido pretexto volvieron los dichos religiosos por el mes de marzo de este presente año a levantar gente, la que en compa- ñía de Fray José Jurado y Fray Francisco de las Llagas, Religiosos Ob- servantes de la provincia de Cumaná, dirigieron su marcha al otro nuevo pueblo de misión intitulado Santo Tomás, el que había erigido mi súbdito con indios gentiles de nación palenques, a los que había atraído de la otra banda del Orinoco, y en este dicho pueblo hicieron los soldados y gente de Cumaná los mismos estragos y saqueos que habían ejecutado antes en la misión y pueblo de El Salvador, lleván- dose también presos a los indios que pudieron haber a las manos, y huyéndose los restantes a los montes. De esta acción, señor, se ha escandalizado y alterado toda la tierra, consternándose mucho los ánimos de los indios gentiles que estaban ya dispuestos para salir a poblarse, especialmente los caribes que son en número copioso los más indómitos; de donde se puede temer se sigan perjudiciales y funestas consecuencias no sólo a esta provincia si no es también a la de Cumaná, no siendo la de menor consideración el quedar con lo ejecutado cerradas las puertas para la conversión y reducción de innumerables gentiles, que estaban ya para salir a poblarse con el seguro y buena fe de que se les había de guar