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MISION DE LOS CAPUCHINOS EN LOS LLANOS DE CARACAS 135 Obispo las dos villas de españoles que habíamos fundado y otros pueblos para poder más libres y desembarazados entender en la re- ducción de los indios gentiles; en cuya conformidad se hizo este año, por el mes de junio, la dejación de las dos villas de San Carlos y Araure, la doctrina de Acarigua y los dos pueblos de misiones de San Francisco y San José. En este mismo año se dispuso una grande entrada a los indios de nación atapaimas, amaibos y otomacos, que habitan las islas del río Apure, para lo cual se fabricaron algunas piraguas y canoas en los ríos de Sarare y Cojede, y los Reverendos Fray Marcelino de San Vicente, Fray Bartolomé de San Miguel y otros religiosos reclutaron más de 300 hombres de la ciudad de Guanare, de la villa de Araure y valles de Barquisimeto, los cuales fueron comandados de tres ca- pitanes nombrados por el gobernador, que lo fueron, Don Juan Fer- nández, Don José Venegas y Miguel García. Salieron a dicha entrada a mediados de noviembre de este presente año, y por fines de di- ciembre consiguieron reducir una capitanía de indios gentiles de na- ción atapaima, que se compondría de 48 indios, por los que se tuvo noticia de tres cuantiosos pueblos que se hallaban congregados en uno, de nación atapaimas, otomacos y guniquires. Fuese en segui- miento de dichos pueblos que estaban en una grande isla de Apure: "Caminaron trece días a pie con imponderables trabajos, superiores a toda fuerza humana, pues todo el camino era lagunas, espinales y montañas; motivo por donde los soldados que iban desmayando con el continuo trabajo y las tropas iban desertando y volviéndose del real; de tal manera que vinieron a quedar solos los tres religiosos con 7hombres. Lleg6se a paraje en donde se hallaron más de mil indios, dos días de camino del río de Orinoco. Y, habiendo tratado con ellos de su reducción, dijeron que saldrían a poblarse a las misiones con tal que se fuesen los soldados y quedase un religioso con ellos. Hízose así; quedóse con ellos el Padre Fray Marcelino y aquella misma noche lo quisieron matar; escapó milagrosamente de sus manos y se vino a incorporar el siguiente día con los otros dos religiosos. Despachá- •ronse los dichos 48 indios a las misiones y se pusieron en la misión del Carmen". El Padre Fray Bartolomé y otro religioso, con orden que tenían del Prefecto, acompañados de 30 hombres, salieron del Orinoco, es- tuvieron con diferentes naciones de indios gentiles que habitan aquel