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132 PUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA con más de 250 indios, salieron los Padres de Santo Domingo, que vivían en la jurisdicción de la ciudad de Pedraza, y se llevaron a dichos indios a los cuales poblaron en el sitio que llaman el Real. Este mismo año fundó el Padre Fray Pedro de Alcalá el pueblo de San Antonio de Sarare, a orillas de un río de este mismo nombre, que dista de la misión de Cojede, 5 leguas; pobláronse allí 63 fami- lias de indios atatures y otros que llaman los colorados, a los cuales se agregaron otras familias de indios ladinos dispersos. Este año de 1717 salió a otra entrada el Padre Fray Marcelino de San Vicente llevando en su compañía 135 hombres, y, habiendo gastado en esta expedición más de dos meses, volvió con 114 indios de nación atatures, los que se poblaron con los otros de su nación en el pueblo de San Francisco Javier. Este año hubo una grande epidemia en la misión de San Fran- cisco Javier, de la cual murieron muchos indios de todos los sexos. Sucedieron muchos prodigios y milagros de la divina providencia pa- ra la manutención de tantos indios enfermos, en un paraje tan desti- tuido de todo humano socorro, no siendo de menos admiración y consuelo las sobrenaturales demostraciones que se vieron en aquellos indios, nuevamente convertidos, de lágrimas y públicas penitencias que hicieron para aplacar a Dios, que conocían venirles aquel trabajo en castigo de sus culpas y de haber quebrantado la palabra que habían dado el año antecedente de no volver a tener más conciliábulos con el demonio, en ocasión de unas señales que se vieron de estar Dios muy enfadado con los pecadores. De esto creo que se ha dado ya cuenta individual al Reverendísimo Padre Comisario general. Este año de 1718 un indio guamo de la misión de Cojede mató violentamente al Padre Fray Antonio de Castilleja por haberle re- prendido éste sus excesos. A fines de enero de este mismo año llegaron de los reinos de España 9 misioneros capuchinos, los siete sacerdotes y los dos legos, para refuerzo de las misiones, las cuales estaban tan destituidas de operarios, que sólo había a la sazón diez para diez pueblos que al presente teníamos a nuestro cargo; y de estos diez operarios estaban los más viejos y enfermos. Los religiosos que vinieron son los si- guientes: Padre Fray Bartolomé de San Miguel, Padre Fray Antonio de Sevilla, que murió, Padre Fray Jacobo de Ostende, Padre Fray Buenaventura de Vélez, Padre Fray Francisco de Campillos, Padre

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