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130 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA Este año de 1712 no se hizo entrada a los llanos por falta de religiosos, y por no haber hallado el Padre Fray Marcelino sujeto a quien dejar encomendado el pueblo; pero se trabajó mucho en per- feccionar el puebo nuevo de San Javier. Este año de 1713 hicieron entrada a la nación de los atatures el Padre Fray Marcelino de San Vicente y el Padre Fray Crisóstomo de Granada, los cuales llevaron en su compañía ciento y doce hombres, parte voluntarios y parte pagados de limosna que solicitaron de los fieles dichos religiosos. Fue esta escolta comandada del capitán Don Juan Fernández de la Fuente, y, habiendo gastado en esta peregrina- ción cerca de tres meses, con los muchos trabajos que siempre en estas empresas se padecen, volvieron los dichos religiosos con ci logro de doscientos y treinta y un indios gentiles que sacaron de los montes, de nación atatures, a los cuales poblaron, con los demás parientes suyos y de la misma nación, en el pueblo de San Francisco Javier, que se fundó e1 año de 1710. Este año de 1714 hizo entrada el Padre Fray Marcelino de San Vicente a las riberas de la Portuguesa, llevando en su compañía 110 hombres comandados del capitán Don Juan Fernández, y, después de dos meses y medio que gastaron en los llanos, volvieron con 232 indios gentiles de nación guáricos y su capitán muy afamado llamado Cantiguara. Con estos indios, por ser de diferente nación, se fundó este año un nuevo pueblo en los valles de Barquisimeto, en el sitio que llaman las Tinajas, distante de la ciudad de Barquisimeto 21 le- guas. Se le puso por titular a dicho pueblo la Purísima Concepción. Sacó a dichos indios el Padre Fray Marcelino de San Vicente, e hizo la fundación del pueblo el Padre Fray Pedro de Alcalá. Este año de 1715 salió el Padre Fray Marcelino de San Vicente a otra entrada, y, no habiendo podido este año reclutar más de veinte hombres con el capitán Don Juan Fernández, así llegaron a las orillas de la Portuguesa, tuvieron noticias que en cierto paraje de aquellas riberas había una gran partida de indios de nación atatures, y, reco- nociendo la poca gente que llevaban, no se resolvieron a ir en su busca; por donde determinaron el enviar en una canoa por el río a seis in- dios domésticos, de la misma nación, con algunos doriedillos que les llevaban para persuadirlos que saliesen a donde el religioso los es- petaba para poblarlos, en el sitio que ellos quisiesen, en donde fuesen instruidos en la fe de Cristo, y, después de algunos días salieron di-

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