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MISION DE LOS CAPUCHINOS EN LOS LLANOS DE CARACAS 113 es servicio de Dios y de V.M., sin atrevemos a defender los indios de los agravios que les hacen por evitar los pleitos y litigios que de lo dicho resultan. Y, si alguna vez ocurrimos ante los gobernadores para que nos rediman a los misioneros y a los indios de las vejaciones que nos hacen, se suelen hallar estos ministros tan embarazados en cosas del mayor servicio de V.M., que no pueden dar toda la providencia que con- viene. Y aun este recurso al gobernador nos ha faltado al presente, por hallarse hoy día esta provincia constituida en el más miserable es- tado que se puede imaginar, a causa de la prisión que ejecutaron en Caracas con vuestro gobernador Don Diego Portales, levantándose con este motivo los alcaldes de Barquisimeto por gobernadores en los tér- minos y jurisdicción de su ciudad. Por donde, no teniendo hoy gober- nador superior ante quien ocurrir por vía de agravio, ni ante quien justificar nuestro derecho, me veo precisado a ocurrir a los reales pies de V.M., para que se sirva dar las providencias que tuviere por más convenientes, a fin de que cesen las continuadas molestias que algunos individuos de la ciudad de Barquisimeto ejecutan con los misioneros y con los indios, siendo el fin principal que les mueve, la pasión que contra los misioneros capuchinos tienen desde que, por orden de V.M. fundamos la villa del Pilar de Araure, como consta de los autos que sobre dicha fundación se criaron, obligando entonces con las repetidas molestias que a los Capuchinos hicieron, a que abandonasen las misio- nes de los Cerritos de Santa Rosa y San Juan Bautista de Duaca, que en su jurisdicción tenían; y hoy pretenden con las continuas persecu- ciones que nos hacen, a que abandonemos las tres misiones que hoy m41enemos en su jurisdicción, publicándolo así nuestros émulos; y ya que nuestra paciencia ha superado a su malicia, han procurado dis- poner las cosas de modo que los indios se vuelvan a los montes, des- truyendo y derribando un pueblo de españoles, que estaba fundado en los Cerritos de Cocorote, el cual servía de contener en su fugar a los indios de dos misiones que en dicho sitio tenemos, y precisando tam- bién a que, contra todo derecho, se mudase el pueblo de la misión de Buría, para que, afligidos los indios con esta mudanza, abandonasen la misión, se huyesen a los montes y consiguientemente saliesen los mi- sioneros de la jurisdicción de Barquisimeto, para entrar sus vednos disfrutando las tierras que con tantos trabajos tenían ya cultivadas los indios.