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96 PUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA río Orinoco para buscarlos, y salieron algunos indios de los cuales pa- saron tres a esa ciudad, de buena disposición, y, agasajados por vos, se ofrecieron reducir a mi real servicio diez o doce pueblos de parientes suyos, que estaban en guerra con los indios caribes, como en efecto, después de cuatro meses salieron con más de cuatrocientas personas, y con intervención de los misioneros capuchinos se les dispuso pobla- ción en un sitio que llaman Calabozo, y, aun con vuestra prisión, se ofreció novedad en los ánimos de los gentiles, no dudando se reducirían los demás que se esperaban, representando que, para el logro de este intento, convendría aplicar algún socorro para el aumento de los mi- sioneros, poblaciones e iglesias y vestuario de los indios, y valerse de otros medios que proponéis para impedir el comercio que tienen los holandeses por la boca de aquel río, y fundarse un colegio o convento en donde se recogiesen los religiosos capuchinos para continuar y dila- tar sus misiones con más fruto. Visto en mi Consejo de las Indias, con lo que al fiscal de él se le ofreció, he querido manifestaros haber sido de mi real gratitud las diligencias ejecutadas para la reducción de esos indios, esperando os aplicaréis con la mayor actividad, dando todo el fomento posible a la conversión de esos gentiles, y encargando a los religiosos misioneros trabajen con el mismo celo y aplicación que han practicado en asistir a los indios convertidos y en atraer a los demás que se puedan redu- cir, y respecto de que quedaban esperando saliese mayor número de ellos, se tendrán presentes estas noticias para cuando deis cuenta de sus resultas, a fin de que se examine si conviene fundar el colegio o convento que proponéis para los misioneros capuchinos. De Madrid, a veinte y ocho de febrero de mil setecientos y veinte y cuatro. - Yo el Rey.-Por mandado del rey nuestro señor, Don Francisco de Arana.