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MISION DE LOS CAPUCHINOS EN LOS LLANOS DE CARACAS 49 Los gayones, poblados desde el principio de la conquista en la jurisdicci6n de Barquisimeto, gente indómita y levantisca, se suble- varon una vez más en 1670, cometiendo muertes, robos y hostilida- des con harta frecuencia. En vista de actitud tan rebelde, fueron lo misioneros capuchinos los que tomaron a su cuenta la reducción, po- blación y catequización. Fue primero a esa pacificación el P. Diego de Marchena, cuya atención concreta es deconocida. Más tarde y al poco tiempo de llegar a la misión de los Llanos el P. Agustín de Villabáñez, fue enviado con idéntico cometido, logrando éxito rotun- do en su labor, como igualmente lo obtuvo el P. Miguel de Madrid, arribado algún año después.'3 No puede ponerse en tela de juicio que el fundador del actual pueblo, próximo a Barquisimeto, Santa Rosa de los Cerritos, llamado antiguamente unas veces Santa Rosa del Cerrito o Cerrillo y otras Cerrito de Santa Rosa, fue el P. Agustín de Villabáñez, trasladado de la misión de Cumaná a la de los Llanos por los años 1669 o 1670. Y el expresado pueblo fue por él fundado ese último año o mejor aún en 1671. El mismo P. Villabáñez lo da a entender en una nota autógrafa suya sobre los casamientos habidos en Santa Rosa del Cerrito, que él asen- tó desde que llegó precisamente a aquellas encomiendas, es decir, 1671, en adelante y, por lo tanto, desde que por él fue fundado en esa fecha a base de indios gayones, según reconocen todos los docu- Más tarde el obispo González de Acuña le dará plena auto- 13. Ibid., n. 14. 14. Cfr. PERERA, II, 50 nota 8, en que transcribe la nota que el P. Villabá- ñez puso en 1676 en las partidas de matrimonios: "Aunque este libro se comenzó en el año de 1676, están asentados en él todos los casamientos que ha habido desde el año de 1671, los cuales he trasladado de unos cuadernos en que estaban, y, porque no se perdiesen y faltasen, los puse en este libro, para que siempre conste la verdad, y así quedan transpuestos aquí desde el año de 71 en adelante, por sus años. Los que ocurrieron antes de mi venida a estas encomiendas que tengo a mi cargo, constan en los libros de la pobla- ción de Duaca, cinco doctrinarios, y así para que conste, hago esta adver- tencia y por la verdad lo firmo. Fray Agustín de Villabáñez". Eso mismo parece confirmar lo que se dice en la concordia entre el obispo Baños y Sotomayor y el Marqués del Casal, en 1691: "La doctrina de Santa Rosa del Cerrito, que la sirven religiosos capuchinos, quienes desde el año de 71 han agregado diferentes indios gayones y de otras naciones que esta- ban levantados de diferentes encomiendas". El historiador A. Perera se esfuerza en querer probar que este pueblo de Santa Rosa del Cerrito es jurídicamente el mismo que Santo Tomás de la
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