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MISION DE LOS CAPUCHINOS EN LOS LLANOS DE CARACAS 47 sino por medio de los misioneros y que a las entradas no fuesen sol- dados sino eran pedidos por el obispo,' Por lo tanto, y según iremos viendo, nada se hizo para establecer ese pueblo tan deseado de españoles hasta 1677, y los misioneros continuaroi haciendo por ahora sus entradas a la reducción de los indios como hasta aquí, es decir, "apostólicamente". 2 . —Así lo ejecutó efectivamente el P. Diego de Marchena el año 1670, entrando llanos adelante y logrando sacar hasta 280 na- turales de ambos sexos; para ellos estableció un nuevo pueblo en el sitio de Cocuisas, también en las riberas del Pao. El P. Marchena se mostró espléndido con ellos: les proporcionó alimentos, vestidos y herramientas, pero a los pocos meses huyeron todos. Sin desalentar- se intentó algún tiempo después otra entrada al río de la Portuguesa, logrando reducir igualmente buena cantidad de indios, a los que llevó al pueblo de Tucuragua, pero también éstos huyeron pronto en busca de mayor libertad.' Nuevos intentos de entradas a reducir indios por diversos ríos se llevaron a efecto los años 1670 a 1677. Aunque fueron numerosos los reducidos, tampoco se consiguió éxito alguno en su permanencia. Ape- nas poblados y después de vestidos y provistos de herramientas, más tar- de o más pronto huían, frustrando así en pocas horas el trabajo de los misioneros, cuando no les iba en ello la vida. Así le sucedió al P. Juan de Trigueros, llegado a la misión por el mes de septiem- bre de 1673. Entrando sin escolta y apostólicamente por términos de la ciudad de Guanare, logró reducir buen número de indios dazaros y guamos, pero, al poco tiempo de poblanos, huyeron. Efectuó una segunda entrada por el río Guanare sin éxito alguno y, al intentar regresar al pueblo de Tucuragua, pereció a orillas del mencionado río.8 Ante tal perspectiva y viendo los religiosos la inutilidad de sus esfuerzos en hacer esas entradas, pues aunque comenzaban bien, eran al final un rotundo fracaso, por huir más tarde o más pronto los indios reducidos, decidieron retirarse a Tucuragua y continuar la ca- 6. La primera cédula, fechada en Madrid, 28 mayo 1672, y la segunda tam- bién en Madrid con la misma fecha; se encuentran en AGI, Santo Domingo, 873, Registro de cédulas, G-19, ff. 172-195 y 201-202. 7. Noticia, n. 23. 8. Ibid., n. 26. Aunque aquí parece se indica sucedió su muerte en esos años, 1670-1677, otros afirman tuvo lugar en 1681.

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