BCCCAP00000000000000000000506

MISION DE LOS CAPUCHINOS EN LOS LLANOS DE CARACAS 41 durante meses o años, quedaban frustrados en unas horas, si es que no corría también peligro su vida, corno sucedió al P. Plácido de Belicena, lo que pudo suceder igualmente al P. Pedro de Berja. Este, durante los años 1665 a 1669, fue a buscar varias veces los indios huidos del Pao. Al encontrarse en una ocasión con más de 60 canoas y cerca de mil indios, trató de reducirlos, lo que consiguió con gran riesgo de la vida; los llevó al Pao y, después de muchos gastos para mantenerlos, fueron fugándose poco a poco.44 De tal proceder del indio se queja amargamente el P. Berja al gobernador de Venezuela. Incorporados a los pueblos, estaban allí quietos y pacíficos tres o cuatro meses, y luego, sin motivo alguno de inquietarse, antes sí recibiendo el mejor trato, se fugaban. Esos pueblos, únicos que seguían teniendo aun en 1669, el Pao y Tucu- ragua, reunían en total 1.500 habitantes; en ellos había más de 700 cristianos "de los que confesarán ciento y de éstos comulgarán veinte, por parecernos sólo idóneos; los niños bautizados que en un pueblo y otro han muerto en todo este tiempo, pasarán de 500, fruto seguro del cielo"." Se hubiera conseguido mucho más de haberse puesto re- medio eficaz a tales fugas, como el P. Berja propondrá al gobernador. 44. Noticia, a. 22. 45. Petición del P. Berja al gobernador de Venezuela D. Fernando Villegas, 1669. Va inserta con otros documentos en una cédula dada en San Lorenzo 28 de setiembre de 1676 (AGI, Santo Domingo, 875, Registro de cédulas, G-22, ff. 258v.-274). Están asimismo con otro memorial del P. Francisco de La Puente (AGI, Santo Domingo, 641), e igualmente en otro del P. Mar- celino de San Vicente (1701) (Ibid., Santo Domingo, 208). También la copia A. PERERA, o. c. II, 175-177.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz