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MISION DE LOS CAPUCHINOS EN LOS LLANOS DE CARACAS 559 Venezuela, vine a este dicho pueblo y, en conformidad del mandato de Su Señoría, que se contiene en el despacho original que me entregó y se ponga por cabeza de estos autos, recórrase todos los más sitios de esta comarca que parezcan más a propósito y acomodados para hacer la situación y fundación de la villa que, por mandato de su Majestad, han dispuesto de un acuerdo el dicho señor gobernador y capitán ge- neral y el Ilustrísimo Señor Obispo de esta provincia se pueble y for- me en este paraje y Sitio de Araure, cerca de las dichas misiones y para el fin de su arraigo y fomento y lo demás que se expresa en el dicho despacho y en la real cédula de Su Majestad, despachada sobre esta materia, que asimismo se arrime a estas diligencias; y, habiendo con- currido el Muy Reverendo Padre Fray Ildefonso de Zaragoza, Prefecto de las misiones de Padres Capuchinos de esta provincia, y el capitán Jacinto de Alcaín, teniente de gobernador y capitán general de la villa de San Carlos de Austria, y otras personas de experiencia y conoci- mientos prácticos de estos parajes, parece que, de estos dos sitios reco- nocidos, el mejor y más a propósito para fundar la dicha villa es el de la sabana del Guayabal, inmediata a la en que están poblados este dicho pueblo de San Antonio y de San Miguel de Acarigua y más cercana a éste de San Antonio, por ser una mesa medianamente levanta- da y libre de inundaciones y pantanos, a que está muy sujeta toda esta comarca, y en parte espaciosa y capaz de una gran población y nume- rosa vecindad y de buena vista y descubierta para recibir y gozar de los vientos del norte, cercana como doscientos pasos del dicho sitio y con disposición de sacar muy fácilmente acequias que puedan regar la dicha villa y sus alrededores, y asimismo unos montes cercanos para la leña y madera para las fábricas y muchas y abundantes tierras de labrar y pastos para fundar haciendas y todo género de labores y para poner hatos de ganado, con muchas quebradas y ríos abundantes de pesca- dos, y el dicho sitio para poblar dicha villa, de buen terreno, en sitio llano y de admirable disposición para delineación de las calles y pla- zas y hermosear su población, y al parecer muy sano por la experiencia que se tiene de los dos pueblos cercanos y con buenas entradas y sali- das para trajinar y comerciar fácilmente. En conformidad, habiendo ante todas cosas leído y publicado a toque de caja de guerra la real cédula de Su Majestad y el despacho del dicho señor gobernador y capitán general, en presencia del dicho Muy Reverendo Padre Prefecto y del