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MISION DE LOS CAPUCHINOS EN LOS LLANOS DE CARACAS 517 nido mandar que los tales capitanejos metan alguno en el cepo por una o dos horas o más tiempo para excusar una desgracia, y así se ejecutó en San Antonio de Araure con un indio que quiso matar a su mujer, en ocasión que el cepo estaba en la casa de los Padres, don- de le habían metido los indios cuando se quemó aquel pueblo por no haber otra parte donde estuviese hasta reedificar las casas de los indios. También sucede que algunas veces se ha ofrecido reprender y hacer dar cuatro azotes a algunos muchachos o indios grandes de los cristianos por los descuidos de no acudir a misa y otras faltas en la doctrina y sus costumbres, porque sirva de ejemplo a los demás y a ellos de enmienda, a cuyos términos se llega cuando no se puede más y por obviar mayores inconvenientes, y, si de estos precisos reparos tomaron motivo para acriminar los informes, no fue con el acuerdo y prudente consideración que debieron. Señor: los misionarios por la mayor parte son hombres doctos y no es persuasible que hayan de querer valerse de medios extraños y sin proporción para conseguir el fin a que son enviados, cuando lo que ejecutan, en cuanto conduce a su ministerio, es con acuerdo de todos y en fuerza de la experiencia que tienen de aquellos naturales, a quienes sólo desean aplicar la medicina según las dolencias que les reconocen, y esto en términos regulares. Lo que sobre este punto se les ofrece suplicar para quitar sospechas, parecerá en la súplica nú- mero 89 que ponen al final. 5a. y 6a. Cédulas.— En otras dos cédulas de la misma fecha manda V.M. se enseñe a los indios la lengua española y obligue a los muchachos hablen en castellano, y que el obispo y gobernador confieran con el Prefecto los medios que se podían aplicar para que en cada pueblo haya escuela y maestro que enseñe la lengua española, y, que por haberse entendido que dichos indios se hallan atrasados en el gobierno y política y faltos de la aplicación al trabajo, será bien ponerlos debajo del gobierno del obispo y gobernador, pero que, si hallaren algún inconveniente, suspendan su ejecución. —Lo que se ha informado a V. M. cerca del contenido de estas dos reales cédulas ha sido con el mismo fin de denigrar las operacio- nes y trabajos de los misionarios y lo que han padecido en tantos años porque se logre el santo celo de V.M.; llevan referido lo que pasa en cuanto a lo dificultoso que les ha sido y es que los indios se

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