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MISION DE LOS CAPUCHINOS EN LOS LLANOS DE CARACAS 513 y fueron río abajo; a los diez días llegó al paraje, pero los indios, sin poderlo resistir el religioso, se le iban quedando por los caños de los ríos y, una legua antes del sitio del nuevo pueblo halló al Padre Fray Buenaventura fugitivo, hecho pedazos, muerto de hambre, que le habían querido matar los indios; fueron otra vez allá y los tuvieron cercados 28 días, queriéndolos matar muchas veces, y para ello los encerraron y cercaron en su misma casilla, donde estuvieron en esta aflicción el dicho tiempo, sucediendo que, cuando se acercaban los bárbaros para ejecutar el golpe, temblaban como azogados sin poder- les ofender; y, habiéndoles cogido este trabajo a los dichos Padres con un poco de harina de maíz, pudieron con ella mantener la vida hasta que, acabada y hallando en algún descuido aquellas fieras, una noche pudieron salirse guiados de un indio y en una canoa empezaron a navegar, hasta que, siendo sentida de los bárbaros, los vinieron si- guiendo y se escondieron en los montes de la otra banda del río y por pantanos y lagunas salieron al sitio de Paraima, desnudos y ham- brientos, pues sólo con frutas silvestres y hierba se habían sustentado. De allí vinieron a la misión, dieron cuenta de todo y cómo dejaban en poder de los bárbaros los ornamentos y campanas que habían lle- vado, de que se recibió un general desconsuelo, reconociendo más bien que, sin el abrigo de españoles, es caso negado hacer ningún fruto en aquellos bárbaros. Inmediato a este suceso llegó la orden de V. M. sobre que vamos hablando, y no hubo que hacer en cuanto a la restitución de los indios que quedaron en rehenes, pues, como va referido, se ha- bían malogrado y perdido, y esto es, señor, lo que ha pasado y la verdad de este caso; y para más comprobarla, satisfaciendo a la ca- lumnia impuesta por los siniestros informes, presenta el suplicante la información auténtica, que se hizo de todo ante el gobernador y los demás papeles que la acreditan. 3a. Cédula.— En otra real cédula de 5 de diciembre del dicho año dice V. M. que en el Consejo se ha tenido noticia de que los religiosos de las dichas misiones compelen a los indios a que les hagan sementeras de maíz y algodón, y a que vayan a los montes y ríos a buscar pescados y otras cosas, repartiendo entre los indios el algodón para que lo hilen, y que asimismo tienen un hato de ganado, y que a los indios tienen puestos en servidumbre, aprovechándose de