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508 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA vista y los examinan y catequizan y que algunas veces por tal o cual itarlos de una casa y pasarlos a otra, y otras exceso ha sucedido qu misión, a competenc veces llevarlos a la ia los cuidan los españoles, y, como son menos éstos que los indios, no hay ninguno que haya te- todo el tiempo de los nido en su servicio los indios que les repart diez años, y, cuando se reconocen estar ya hechos a la tierra y algo habilitados para poder Vivir en los pueblos de la misión, se llevan a ella y se les dan otros para que los enseñen, y así se repiten, y al es- pañol que no los trata bien y es descuidado, se le excluye y no se le dan otros, sirviendo esto de a dvertencia para todos; de suerte que aquellos vecinos, sobre no haber sucedido en las entradas que han hecho a los llanos en compañía de los misionarios, haber usado de las armas contra los indios, sin que primero hayan sido acometidos de ellos, en todo lo demás ayudan a que se consigan las reducciones y e nseñanzas a satisfacción de los Padres de las misiones, siendo unos coa dyuvadores suyos y su resguardo: que a su propia costa hacen las e ntradas en que gastan la cortedad de sus caudales, pasando también innumerables trabajos, re munerados con el corto servicio de los indios que se les repartían, pues esto, sobre ser tan limitado, les es aún más e mbarazo que alivio por la inútil flojedad de los bárbaros. —Lo sexto es que, habiendo cesado este modo de providencia con que las reducciones se conseguían y con el adelantamiento y se- g uridad que se ha experimentad0 mediante la prohibición de hacer dichas entradas con españoles, como se contiene en la real cédula de V.M. y en la sesión s inodal, que publicó el obispo, queda otra vez cerrada la puerta a las dichas re ducciones, pues todos los misio- narios, sin el medio de hacer las entradas con escolta de españoles, no discurren otro que lo sea bastante ni eficaz, no sólo para adelan- tar un paso en las dichas misiones, pero ni aun para que se puedan c onservar en el estado en que hoy están, pues, aunque no fuesen bastantes las largas e xperiencias que adquieren en veiüte años con- tinuados, las tienen nov ísimamente por lo que, después que se publicó la cédula del año 86 y se celebró la sínodo de aquel obispado, ha su- cedido, pues, repitiendo las entradas de españoles a los llanos los í in las dichas escoltas, se han vuelto los misioneros por s solos, s reigioso5, después de haberse pasado muchos trabajos, rotos y ham- brientos y sin poder hacer ningún fruto en los indios, como le sucedió

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