BCCCAP00000000000000000000506
504 PUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA que devuelvan dos onzas hilado, de las cuales, junta toda la porción, se hace tejer a los mismos indios, a quien por industria de los Padres se les ha enseñado, y de este lienzo se hacen los vestidos que alcanza y se reparten en los indios e indias para tapar su desnudez y que con alguna honestidad entren en la iglesia a oir la doctrina cristiana. Y aunque estas ejecuciones han corrido por mano de los Padres misio- narios, si ellos no se aplicasen a tomar el trabajo, nada se pudiera conseguir para la rusticidad y viciosa flojedad de aquellos indios que por sí solos aún están incapaces de fiarles la menor diligencia de estas cosas. Parecióle muy ajeno de nuestro pobre instituto este cuidado a Fray Manuel y, con su corta experiencia e indiscreto celo, quizás se persuadió a que pueden los Capuchinos vivir en los desiertos de aque- llos llanos con la rigurosa abstracción de este manejo de España, sin advertir que les fuera imposible en las cosas temporales, y que el tratarlas así en las misiones, es indispensable, tanto para la enseñanza de los indios cuanto para que éstos tengan algún alivio y socorro en sus necesidades, y ellos y los mismos Padres con qué poder mante- ner la vida natural sin perecer al rigor de los hambres, porque sa- ben todos que, si el misionario no les pone la herramienta en la mano a los indios y si no va con ellos a la labranza, costándole tra- bajo el llevarlos, y allí les dice lo que han de hacer, estando presente al coger el fruto y guardándolo en su misma asistencia, y teniendo ésta en la del algodón al recogerlo y haciéndolo tejer y los vestidos para los indios, y haciendo asimismo matar la res y repartir la carne en su presencia, y a este respecto en todo lo demás de hacer las iglesias y las casas y cuanto se ofrece en la misión, es cosa cierta que los indios por sí solos ni sembraran, ni cogieran, ni guardaran ni se vis- tieran ni hicieran iglesia, ni tuvieran pueblo, ni los misioneros se sustentaran, ni se consiguiera fin alguno, si ellos mismos no lo cui- daran y vieran todo, hasta que, mediante su continua enseñanza, se pueda lograr hacer alguna confianza de que los indios acaben de apren- der a vivir como raciales en alguna economía y policía cristiana a nuestro ejemplo, de que hasta ahora es muy poco lo que hacia este punto se ha podido conseguir en lo general de aquellos pueblos que se han formado.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz