BCCCAP00000000000000000000506

MISION DE LOS CAPUCHINOS EN LOS LLANOS DE CARACAS 489 la real hacienda de V.M., sin embargo de ser materia tan piadosa, no quise gravarla en cosa alguna, antes le dije que yo, como los demás, de mi caudal le ayudaría primero que el tocar en la real haciendo de V.M., como lo hice, dándoles para la compra de clavazón y herraje y la cera labrada que me pidió, y una mula de silla para el servicio de la doctrina, y que, Si le faltase otra cosa, se la daría con buena volun- tad, ayudándole con ella a alentar a los vecinos para que le socorriesen, como lo hicieron, siendo el que más se esmeró, como lo acostumbra en todo lo de piedad y servicio de V.M., el procurador Pedro Jaspe, con lo cual llevó lo que por entonces necesitaba, y después, para el extremo de la iglesia, me insinuó faltarle un cuadro para el medio del altar, y, habiendo traído mi devoción un retrato de Nuestra Señora de la Iniesta, que la fe que con esta imagen Siempre he tenido, fue el medio de llegar vivo a esta provincia y escapar de los nafragios del viaje, le hice hacer un marco con los aliños de dorado estofado, de suerte que estuviese decente como quedó y, acabado, le avisé viniese él, como vino con 12 indios de los nuevamente convertidos, y, viéndolos con la indecencia de su desnudez, les compré vestidos nuevos a todos y con esta librea salieron de aquí con la imagen el día 12 de éste con gran alegría del religioso capuchino que les doctrina, el cual es de los ejemplares misioneros que han pasado a esta provincia, mirando a los indios con el cariño de su ardiente celo; llámase Fray Cirilo de Onte- niente, de 55 años de edad, religioso de gran ejemplo y hombre noble en el siglo, y se conoce según lo noble de su corazón. Y, habiéndome insinuado necesitar de otro religioso para confesarse, que fuese sacer- dote, recién venido el galeón patache, confería con el reverendo obispo el darle compañero de los que en él habían venido, y, viendo inclinado a Fray Manuel de Alesón, fuimos de parecer pasase al pueblo, y a poco espacio hubo una discordia entre esos dos obreros, tomando el demo- nio por el medio la rígida voltaria condición del Fray Manuel para que no se prosiguiese tan santa obra; y, estando noticiado el Prefecto de estas misiones, acudirá a su reparo. El medio de que se me ha in- sinuado había hecho algún empeño el obispo por que se quedase el Fray Manuel, que no tengo por acertado, pues, con la poca experien- cia de este trato que necesitan los indios, si se quedase, volverían a retirar a los montes como acostumbran en faltándoles el sujeto con que están hechos, de que he visto desazonados a los misioneros, por

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz