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6 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA la tenacidad de los consejeros de Indias, pero al fin pudo cantar victoria. Una cédula, expedida el 20 de enero de 1657, le autorizaba a él y cinco compañeros más para ir, no precisamente a los indios cuma- nagotos, pero sí a Cumaná y sus llanos y emplearse allí en la conver- sión de los naturales.' No todos los misioneros pudieron emprender el viaje tan presto como deseaban ; les fue preciso esperar en Sanlúcar de Barrameda y en Cádiz embarcación para realizar tan larga travesía. De momento no pudo hacerlo el P. Lorenzo de Belmonte por encontrarse enfermo; con mucho retraso arribó a las playas de Cumaná en junio de 1658. El 18 de enero de aquel año había llegado a su vez el P. Lorenzo de Magallón, Prefecto de la misión, con el P. Francisco de Tauste. A todos habían precedido los PP. José de Carabantes y Agustín de Frías, junto con el Hno. Fr. Miguel de Torres, Embarcados los tres en Cádiz por el mes de agosto de 1657, lograron pisar tierras americanas el 8 de septiembre en la isla de Margarita. El P. Frías y Fr. Miguel llega- ron enfermos y, por insinuación del gobernador de la isla, quedaron allí para reponerse, mientras el P. Carabantes continuó viaje a Caracas en el mismo barco en que había ido. 2 No sabemos cuál fue el móvil que guió al P. Carabantes a din- girse a esta ciudad. Quizás preveía la demora del P. Magallón y demás compañeros de misión y quiso aprovechar el tiempo dedicándose allí a la predicación, al igual que el P. Agustín de Frías lo haría en Marga- rita primero y luego en Cumaná. Lo cierto es que tan pronto como el P. Carabantes llegó a Caracas, se dio de lleno al apostolado de la palabra consiguiendo fruto extraordinario entre los españoles de la capital y aun en los pueblos de indios circunvecino, Tan edificados quedaron los componentes del Cabildo eclesiástico, que, estando la sede vacante, decidieron escribir al P. Provincial "de la santa Religión de los Capuchinos" para exponerle su deseo de que dicho religioso queda- se allí para dedicarse a la predicación y enseñanza de los indios guamon- teyes que poblaban los Llanos de aquella provincia. Le pedían también 1. No bajamos a muchos pormenores ni citas que corroboran nuestros asertos. Para quien desee mayor abundancia, puede ver nuestra obra: Misión de los capuchinos en Cumaná, 1, Caracas 1968. 2. Pueden verse en las fuentes citadas en la nota anterior los documentos relativos a todos estos datos y noticias.

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