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XXXIV INTRODUCCION que atañe a los asuntos y cuestiones materiales. Precisamente por esa dependencia y moverse frecuentemente aquéllos y los misioneros en un mismo terreno y dentro de límites jurídicos difíciles de deslindar, surgieron entre unos y otros roces, disensiones y competencias, por creer los gobernadores ser de su incumbencia exclusiva o por juzgar los religiosos eran poco atendidos en sus peticiones y demandas y, lo que es peor, conculcados en sus derechos y privilegios, como podrá apreciarse por la lectura de bastantes documentos. En la introducción a la historia de la misión de Cumaná pusimos la lista completa de los que fueron gobernadores y capitanes generales de la Nueva Andalucía los años 1657 a 1810. Nos guió en ello el deseo de hacer constar los nombres de todos ellos así como el tiempo que desempeñaron el cargo, y es que no habíamos encontrado esos datos fijados con exactitud y ser necesario para ilustrar dicha historia. Ade- más, varios de ellos hicieron la visita reglamentaria a los pueblos de la misión, dejándonos relación, valiosa y pormenorizada, de lo que era la respectiva población en todos los aspectos. Por las razones contrarias no damos aquí la lista de los goberna- dores de Venezuela. Sería ocioso lo primero cuando otros se han ocupa- do de darnos la lista de los mismos y juntamente los principales datos biográficos y meritorios servicios prestados durante su cargo.49 Y, en cuanto a lo segundo, es forzoso hacer constar, aunque con sonrojo, que ninguno de ellos se dignó visitar los pueblos de la misión de los Llanos, y por lo tanto ninguno nos dejó una relación del estado de dicha misión, lo que nos hubiera proporcionado datos y noticias de interés y además oficiales. No obstante sí juzgamos de justicia consignar los nombres de varios de ellos, cuyo comportamiento con los misioneros es digno del mayor elogio. Tal fue D. Pedro Porres y Toledo (1658-1664) que apoyó en un todo y favoreció a los religiosos en los primeros años de fundación, aunque en los últimos su actuación con los indios y el hecho de haber ahorcado a varios de ellos fueron causa de considera- ble retraso. Lo propio sucedió respecto al comportamiento del suce- sor D. Félix Garci-González de León (1664-1669),° Dio impulso a 49. Cfr. LUIS ALBERTO SUCRE, Gobernadores y Capitanes generales de Vene- zuela, Caracas, 1929. 50. Este hecho de haber ahorcado esos indios echó por tierra la buena fama y nombre de que había gozado siempre Porres y Toledo y constituyó una tremenda acusación contra él en el juicio de residencia. Lo propio sucedió