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XXX INTRODUCCION damos nombres y fechas que nos parecen más verídicas y exactas tras diligente examen y compulsa de documentos.48 Primera etapa. —Comprende los años 1658 a 1678. Son años de inestabilidad y casi de ensayos de evangelización, aunque al final tam- bién de organización; culminan en 1678 con la fundación de San Carlos de Austria, villa de españoles, que tuvo grande importancia así en orden a la reducción de los indios como a la sujeción de los mismos en poblaciones. Fueron bastantes las fundaciones verificadas ese tiempo, aunque muy contadas las que permanecieron. Los misioneros capuchinos, llegados a los Llanos de Caracas en los primeros días de octubre de 1658, comenzaron su labor evangelizadora con los indios de San Antonio de Choro, población fundada en 1657 por el capitán Juan de Salas. Los indios pasaron en enero de 1660 a poblarse a otro sitio llamado Auro, con el mismo nombre de San Anto- nio, pero en abril de 1661 se fugaron en su totalidad. En 1659 formaron los Capuchinos otra población, Nuestra Señora de la Concepción de Araure, la que sólo permaneció igualmente hasta abril o mayo de 1661, en que los indios se fugaron. No obstante, en este último año lograron formar el pueblo de San Francisco del Pao, que, con idéntico titular, trasladaron a Tirgua hacia febrero de 1672. Del mismo modo, en 1661 o 1662, establecieron el de San Antonio de Tucuragua, el que a su vez fue trasladado, conservando el nombre de San Antonio, al sitio de Araure a fines de 1681 o comienzos de 1682. Asimismo, en 1665, en las riberas del Pao se logró otro pueblo en el sitio denominado Paraima, que se mantuvo hasta mediados o fines de 1666. Siguió en el orden cronológico de fundaciones la de Mistara Cautua (1669), que no tuvo sino un año de existencia, y la de Cocuisas (1670) que se extinguió a los pocos meses; Santa Rosa de los Cerritos (1671), entregada al obispo en 1696; Yaritagua (1671), aunque no consta fuese fundada por los Capuchinos, pero sí que atendieron espiritualmente a sus habitantes; San Juan Bautista de Duaca, no fundado tampoco por los misioneros capuchinos pero sí 48. Por eso admitimos de buen grado puedan darse omisiones perdonables y rectificación, como lo hemos hecho respecto de nuestro trabajo presentado y publicado en: Memoria del Primer Congreso Venezolano de Historia Eclesiástica, Caracas 1970, 6-58. Remitimos al lector al contenido del resumen histórico para saber con más fundamento y pormenores esas fundaciones y fechas.

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