BCCCAP00000000000000000000506

INTRODUCCION XXIII nado por una india," el P. Salvador de Casabermeja, flechado por indios cuando intentaba predicar y reducir, en el río Portuguesa,` el P. Antonio de Castilleja, muerto por un indio en el pueblo misional de Cojede,33 más el P. Bartolomé de San Miguel, flechado al hacer una de las entradas a la reducción de los que poblaban las riberas del Guarachi- co.34 Finalmente, a los citados hay que agregar varios que perdieron la vida envenenados, como los PP. Juan de Utrera, Luis de Orgiva, Pedro José de Villanueva y otros. Huelga repetir que al frente de toda la misión estuvo un Prefecto asesorado por otros dos misioneros con el nombre de Conjueces o Asistentes; a la responsabilidad de los citados corría la marcha y pro- gresos de ella. Cada uno de los pueblos tenía como presidente uno de los religiosos, al que competía la atención espiritual de los respectivos indios y muchas veces también la material. Para atender a esto, es decir, a la subsistencia de los indios, les fue preciso formar haciendas y hatos de ganado. Ante las acusaciones calumniosas de que tales haciendas iban contra la pobreza franciscana y de que de ellas se abu- saba, fueron prohibidas por cédula especial;" pero, obligados por la urgente necesidad, lograron les fuesen concedidas de nuevo por otra cédula en 1702, y además fueron autorizados para tener hatos de ganado vacuno y caballar así como grandes conucos para plantaciones de maíz, café, cacao, etc., siempre en beneficio de los indios que tenían la propiedad de todo, aunque los religiosos tuvieron la administra- ción." Por otra parte los misioneros que forzosamente también se bene- ficiaban de esas haciendas para lo necesario a la vida, tuvieron el subsi- dio que oficialmente se les enviaba de las cajas reales de Caracas y que 31. Necrologio, 56; véanse más datos de la vida de este religioso en mi obra: La Provincia de Frailes Menores Capuchinos de Castilla, 1, Madrid 1949, 424. 32. Necrologio, 125. 33. Ibid., 123. 34. Ibid., 32. 35. Fue dada en 5 de diciembre de 1689 (AGI, Indiferente general, 2876, Regis- tro de cédulas, FF-9, f. 177). 36. Fue concedido por cédula dada el 5 de agosto de 1702. Prueba y ejem- plo lo tenemos en la misión de San Francisco Javier de Agua de Culebras, donde el P. Marcelino de San Vicente, su fundador, logró establecer una hacienda de 18.000 plantas de cacao.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz