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MISION DE LOS CAPUCHINOS EN LOS LLANOS DE CARACAS 141 Después de pasar mucho tiempo enfermo pagaba asimismo tributo a la muerte, el 12 de enero del mismo año, el P. Fulgencio de Sevilla; marchó a los Llanos en 1697. También en 1725 falleció el P. Anto nio de Sevilla, en 1727 los PP. Antonio de Ubrique y Buenaventura de Vélez, y en 1728 el P. Bernardino de La Puebla." Finalmente, el P. Leonardo de Villafranca murió ahogado en el Orinoco el 30 de marzo de 1733, y el P. Bernardino de Madrid, a fines de octubre de 1736 en una de las misiones de Calabozo. Para completar la estadística damos los nombres de los que en esos años regresaron a España por diversos motivos. Así, el P. Pedro de Sevilla, arribado a la misión en 1706, volvió por enfermo en octu- bre de 1722; el P. Andrés de Granada hizo lo propio en septiembre de 1724, cuando sólo llevaba un año en los Llanos, y en esa misma fecha dejó la misión el Hno. Fr. Juan de Cabra, llegado en 1717, y al siguiente año regresó también el P. Nicolás de San Vicente que sólo llevaba allí desde 1723.82 El P. Jacobo de Ostende que venía traba- jando corno misionero desde 1718, dejó los Llanos en 1731, lo que hicieron a su vez en julio de 1733 los PP. Mariano de Sevilla y José de Madrid, que estuvieron en la misión desde 1723. Emprendieron asi- mismo el viaje de regreso el 28 de marzo de 1734 los PP. Sebastián de Bayona, Prefecto, y Fernando de Ecija; el primero llevaba allí des- de 1723, y el segundo, desde 1728. Por último, a fines de diciembre de 1735, volvía a España el P. Lorenzo de Toledo, que sólo había estado en la misión desde fines de agosto de 1734. 6.—No podemos por menos de referir algunos hechos de mayor relieve que a lo largo de esos años sucedieron y que influyeron no poco en el ánimo de los religiosos y por otra parte en el progreso de la misión. Y fueron en primer lugar las muchas persecuciones que tu- vieron que tolerar los misioneros, de que ya se lamentaba en 1722 el Prefecto P. José Francisco de Cádiz en carta al rey tantas veces citada, del 20 de junio. Lo experimentaron asimismo en múltiples ocasiones de los vecinos de Barquisimeto y más concretamente con motivo del derribo del pueblo Cerritos de Cocorote, y de la oposición a que se asentase allí una villa de españoles, lo que motivé una cédula del rey 81. El P. Salvador de Cádiz, en su relación ya citada de 1725, consigna tales fechas como lo hace asimismo el P. Nicolás de Córdoba en: Instrumental de la fundación del convento de Capuchinos de Cádiz, ms. c., ff. 102-105. 82. Cfr. dicha relación del P. Cádiz.