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138 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA dichos vecinos se poblaron a su costa y sacaron de S.M. el real despa- cho de ciudad, dieron a dicha fundación principio los Capuchinos, allanando, a costa de muchos trabajos y calumnias que constan por autos, las muchas e insuperables dificultades que ocurrieron para esta fundación, como consta de los autos que están en el tomo quinto"." 4.—Un episodio interesante en la historia de esta misión es la reducción por parte de dos de los religiosos del famoso zambo Andre- sote y sus seguidores. Creemos sinceramente que tal rebelión capita- neada por dicho zambo no tuvo ni la importancia ni el significado que tal vez ha querido dársele. De todos modos lo que aquí interesa es hacer resaltar la parte que en la terminación de ese episodio tuvieron los Capuchinos. El nombre propio del mencionado zambo era Juan Andrés, apo- dado Andresote. Este se había constituido jefe de los sublevados, en su mayoría negros y esclavos e incluso indios, cometiendo, sobre todo en el valle regado por el Yaracuy, robos y muertes, y practicando ci comercio ilícito con extranjeros, particularmente con los holandeses de Curazao, que le proporcionaban toda clase de armas. Constituía un peligro para la seguridad de las personas y un desfalco para la econo- mía colonial. Por eso mismo las gentes de los alrededores vivían preo- cupadas y mucho más lo estaba el gobernador. Contra los sublevados fueron enviadas tropas gubernamentales a mediados de 1731, lo mis- mo que al final de dicho año y comienzos del siguiente, pero, debido a mil circunstancias, las operaciones no tuvieron éxito alguno. Fue entonces cuando, con autorización del señor obispo y quizás también por insinuación de éste, se enviaron dos misioneros, los PP. Salvador de Cádiz y Tomás de Pons, para ver si conseguían con su predicación lo que no se había logrado con las armas. Así lo hicieron. Se presen- taron en el mes de agosto de 1732 en las proximidades del sitio donde estaban los sublevados y, tras de pedir que en modo alguno entrase nadie en plan de guerra, comenzaron su labor los dos mencionados religiosos. "Después de cuatro meses —dice el propio P. Salvador— lograron el reducir y sacar la cantidad de ciento sesenta y ocho de 72. Relación o autos del P. Salvador de Cádiz (1741), ya citados. El tomo quinto a que hace referencia, es el del Protocolo, que formaba parte del archivo de la misión, ff. 234-303.