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INTRODUCCION XVII que van recogidos en los tres volúmenes de nuestra obra, encontrará el lector abundante material, datos y noticias de sumo interés para conocer lo que fueron, bajo distintos aspectos, estos indios poblado- res de los Llanos de Caracas.1 ° Sería un trabajo sumamente interesante hacer un estudio de cada una de esas clases de indios: tradiciones, religión, costumbres, mora- lidad, cualidades, lengua. . ., aunque una labor completa y exhaustiva no sería fácil, ya que la mayoría de ellos se ha extinguido y tras ellos desapareció también su cultura, más o menos desarrollada y apreciable, y sobre todo la lengua. 11 Por último queremos responder a una pregunta curiosa e intere- sante a la vez y cuya contestación puede aportar datos importantes: ¿qué número de indios había en los Llanos de Caracas a la llegada de los Capuchinos y qué estadísticas pueden ofrecerse entonces y después? Partamos de que es del todo imposible dar una cifra ni siquiera apro- ximada. También puede afirmarse, como dijimos escribiendo sobre esto mismo respecto de la misión de Cumaná, que, no obstante cuanto aseguran los misioneros y los cómputos hechos por los mismos cuando nos hablan sobre las entradas a la reducción de los indios y las ranche- rías de éstos, compuestas de mil y más personas, tales cómputos creemos deben ser tenidos por bastante exagerados. Teniendo en cuenta los datos de que disponemos y las estadísticas dadas por los propios religiosos, según que vamos a ver, puede sostenerse con segu- ridad que ni las llanuras de Acarigua y Araure, ni las riberas del Guá- rico, Meta, Apure, Portuguesa y Orinoco, ni tampoco los valles y 10. Puede verse sobre esto mismo Noticia, n. 1; Memorial del P. Ildefonso de Zaragoza, misionero de los Llanos, dado al Consejo de Indias en 1962 (FROILAN DE RIONEGRO, O. F.M Cap., Relaciones de las Misiones de los PP. Capuchinos, II, Sevilla 1918, 1-22), y el informe dado por otro de los misioneros P. José Francisco de Caracas, Caracas, 23 junio 1813 (Archivo arquidiocesano de Caracas, Capuchinos). Ambos documentos van recogidos en esta colección. 11. Las lenguas habladas por estos indios han sido estudiadas por Alfredo Jahn, o. c. en la nota 8. Es más particular e interesante el estudio de Angel Rosenblat, Los otomacos y taparitas de los Llanos de Venezuela, en Anuario. Instituto de Antropología e Historia. Facultad de Humanida- des y Educación. Universidad Central de Venezuela, Caracas, 1 (1964), pp. 227-377. Casi en su integridad lo había publicado ya anteriormente en Tierra Firme, revista de la Sección Hispanoamericana del Centro de Estu- dios Históricos de Madrid, 1936, nn. 1-4.
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