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I5ISION DE LOS CAPUCHINOS EN LOS LLANOS DE CARACAS 113 año y en 1717 a la misión de San Francisco Javier, que se vio diez- mada por una terrible epidemia.36 Se repitieron las entradas los siguientes años 1718 y 1719; los indios conseguidos fueron agregados a San Francisco Javier y Purísi- ma Concepción de Tinajas, a excepción 122 indios güires, reducidos en el río Tiznados, que se llevaron por el P. Salvador de Cádiz a Caracas, y luego, con permiso del obispo y gobernador, colocados en Maiquetía para defensa de aquella costa, quedando al cuidado de un sacerdote secular.37 A lo expuesto debe agregarse que en 1707 un indio de los llanos de Barinas se presentó al Prefecto P. Salvador de Casabermeja para pedirle religiosos que los asistiesen e instruyesen; a tal objeto envió dos religiosos para ver si se podía extender también por allí la mi- sión capuchina.38 Sin género de duda que esos dos religiosos fueron los PP. Pedro de Alcalá y Arsenio de Sevilla. De éste sabemos que efectivamente entró territorio adelante de la jurisdicción de Barinas, hasta el río Masparro, donde redujo bastantes indios cucuaimas a los que pobló y asistió largo tiempo; pero, hallándose distanciado de los otros misioneros, sin asistencia de éstos y rodeados de peligros, te- niendo además en cuenta que aquel era territorio asignado a los Do- minicos de Santa Fe, recibió orden de retirarse a ios Llanos de Caracas.39 También el P. Pedro de Alcalá pretendió los años 1710-1711 adentrarse por Barinas con intención de establecer un pueblo con los indios que redujese, lo que no pudo conseguir. Por tal motivo sur- gieron roces y encuentros con los PP. Dominicos, que reclamaron más tarde, en 1716, los indios masparros sacados por el P. Marceli- no." En evitación de nuevos conflictos se dio cédula al gobernador 36. Noticia, 63; relación citada del P. Cádiz Este afirma sucedieron entonces allí muchos prodigios en orden a proveer de alimentos a sus habitantes y en la curación de enfermos; además, que los indios hicieron grandes peni- tencias para aplacar la ira de Dios. 37. Noticia, n. 67; relación del P. Cádiz. 38. Así lo expone el P. Casabermeja en carta al rey, San Francisco de Tirgua, 8 mayo 1707 (AGI, Santo Domingo, 801). 39. Noticia, n. 59; el P. Cádiz, en su relación, dice que varias veces quisieron matar al misionero, pero que, al ir a buscarle a casa, se ponía delante una gran culebra que se lo impedía. 40. Noticia, n. 61; relación del P. Cádiz. Hay sobre esta pretensión del P. Pe- dro de Alcalá bastantes documentos del año 1711 (BN. de Madrid, ms. 3543, ff. 30-81).
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