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MISION DE LOS CAPUCHINOS EN LOS LLANOS DE CARACAS 87 y queden en la misma conformidad y estado que todos los demás de dicha provincia"." En esos puntos esenciales y también en otros que más tarde expli- caremos, el P. Ildefonso de Zaragoza consiguió un éxito rotundo y juntamente beneficioso para el progreso de la misión. No es de extrañar que, a poco de arribar a Caracas y aun antes de presentarse en los Llanos, los misioneros, reunidos en Capítulo, lo eligiesen Prefecto o superior de la misión. Sobrados méritos tenía para ello. 4.-Para completar mejor la historia de la misión y antes de exponer los efectos y consecuencias de las cédulas conseguidas, se hace preciso la narración de algunos hechos que no carecen de importancia. Ya nos advierte el P. Zaragoza que desde el año 1687 y como consecuencia de haber quitado en la provincia de Venezuela el servicio personal de los indios, los misioneros se vieron obligados a hacer las entradas a reducirlos apostólicamente y sin escolta, pero también sin resultado positivo, como confiesan todos los misioneros en la expo- sición dirigida al obispo y gobernador en agosto de 1690.' En cambio conseguidas esas cédulas, "se comenzó a adelantar mucho en las re- ducciones de los indios, haciendo entradas los misioneros con escoltas que se formaban así de los vecinos de la villa de San Carlos como de la ciudad de San Sebastián de los Reyes y de la de Guanare. Y sin embargo de estas entradas que hacían los misioneros con soldados, corno había entonces sobra de religiosos, entraban también apostólica- mente y sin soldados a reducir los indios, según las circunstancias, el tiempo y fervor les ayudaban, aunque siempre con poco fruto".` Prueba de todo eso y de que no había medio fácil de reducir y menos de sujetar a los indios, son los hechos que los mismos misione- ros refieren en su exposición citada al obispo y gobernador y que sucedieron los años 1688, 1689 y 1690 a los PP. Diego de Marchena, Buenaventura de Vistabella, Ildefonso de Zaragoza y otros. Después de trabajosas entradas y de subidos gastos en alimentar a los indios reducidos y hasta poblados, a los pocos meses se volvieron a los mon- tes y pesquerías. Y sobre todo es digno de notar lo sucedido al P. Vistahella con numerosos indios huidos, a los que logró poblar de nuevo en el sitio de Camaguán, fundación a la que dio el título de 18. Cédula fechada en Madrid, 15 junio 1692 (¡bid., ff., 46-47). 19. V. nota 8. 20. Noticia, n. 42.
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