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84 PUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA pueblos de misión. Y luego fueron rebatiendo y demostrando a la vez con ejemplos concretos lo que había pasado en la misión; cómo se habían hecho por los misioneros muchos esfuerzos para reducir a los in- dios y poblanos, pero que se había conseguido poco eficaz y consistente hasta la fundación de la villa de españoles de San Carlos. Por fin, y después de muchas discusiones habidas en esas juntas, en la última celebrada el 10 de octubre, se acordó que de momento siguiesen los religiosos en sus puestos, que se suspendiese la ejecución de las cédulas y que se diese aviso de todo al rey." Por otra parte, el gobernador fue escribiendo en ese mismo tiempo diversas cartas al rey, con fechas 20 y 30 de septiembre de ese mismo año, informándole cómo eran falsas las noticias esparcidas de que los religiosos ejercían jurisdicción civil, de que trataban mal a los indios, que detenían en rehenes a los hijos separados de sus padres, que poseían haciendas y hacían trabajar a los indios en propio beneficio, etc., y manifestando al mismo tiempo que los misioneros enseñaban la doctrina a los indios en lengua castellana, no siendo por otra parte posible tener maestros ni escuelas, como tampoco entregar los pueblos al Ordinario por no estar debidamente instruidos ni capacitados.12 De momento los misioneros habían ganado la partida al lograr quedaran en suspenso esas cédulas que ellos juzgaron fatales y de muerte para la misión. Luego, en Madrid, ganarían por entero la bata- lla, consiguiendo que tales cédulas fuesen derogadas en un todo. 3.—Convencidos los religiosos de la necesidad de que alguno fuese a España a informar personalmente al rey y Consejo de Indias de todo lo que en la misión de los Llanos pasaba, sin deformaciones de la verdad, y para demostrarles la imposibilidad de poner en ejecu- ción lo ordenado en las expresadas cédulas, designaron a tal efecto a los PP. Ildefonso de Zaragoza y Pablo de Orihuela. Sin embargo, a última hora vino solamente el P. Ildefonso en compañía del Hno. Fr. Mauro de Cintruénigo, que traía a su vez otra importante comisión. 11. Hay abundantes cartas del obispo y del gobernador así como numerosos informes de los PP. Zaragoza y Orihuela, etc., en "Testimonio de infor- mes, juntas y demás autos y pedimientos de los Padres Capuchinos misio- neros" (1690) (AGI, Santo Domingo, 222). Consta de 336 folios. Algunos de estos documentos se encuentran también en el Archivo Arquidiocesano, Capuchinos. 12. Esas cartas del gobernador con otras del obispo sobre lo mismo se encuen- tran en el citado legajo de Santo Domingo.

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