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66 PUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA Sin duda el obispo esperaba poder resolverlo todo cuando lle- gase el momento de hacer la visita a las misiones, pero la muerte le sorprendió antes, falleciendo en Trujillo el 22 de febrero de 1682. Y lo que él no hizo, lo concedió prontamente el Cabildo de Caracas, sede vacante, en octubre del expresado año. Los componentes del mismo, unánimes y conformes, determinaron erigir perpetuamente en la villa de San Carlos una iglesia parroquial con todos los derechos y privilegios de los demás, creando en ella un cura con sus respectivas obligaciones y derechos; señalaron los diezmos que a las demás y por feligreses "a todos los vecinos, moradores y habitantes de dicha villa y en todos sus arrabales y pertinencias". Por otra parte, teniendo en cuenta la pobreza de los vecinos y también el gran celo de los Capuchinos en pro de las almas, su solicitud y cuidado en fundar la villa y en construir la iglesia, en prestar los ornamentos y vasos ne- cesarios para el culto y administración de los sacramentos y conside- rando "que la asistencia de dichos religiosos en dicha villa le será de mucho lustre y aumento espiritual y temporal", conceden que por ahora el cura no haga oposición y que lo sea el P. Prefecto u otro que él designase, delegándole también la facultad de bendecir la igle- sia, una vez terminada, con el título de San Carlos Borromeo y dejando a la discreción del Prefecto elegir patrono de la villa.` En conformidad con eso el mismo P. Prefecto Diego de Mar- chena bendijo el primero de diciembre de 1682 la iglesia parroquial de la villa dedicándola a la Inmaculada Concepción y poniendo por patrono a San Carlos. Dicha iglesia no era suntuosa pero sí cons- truida con los materiales que permitían aquellos llanos, de 40 varas de largo por 14 de ancho, dotada de tres puertas, con bancos, pila bautismal, ornamentos y vasos sagrados buenos y abundantes, lo que prueba el gran interés que los religiosos tuvieron en que el templo diese realce a esta villa de españoles de la que tan excelentes resul- tados se esperaban.1 ' 9. En AGI, Santo Domingo, 212, se encuentra una relación de la muerte de este ilustre prelado, amante de las misiones, favorecedor de los religiosos y bienhechor insigne. 10. Acuerdo del Cabildo de Caracas, sede vacante, Caracas, 30 octubre 1682 (AGI, Santo Domingo, 221, ramo IV). Su contenido es una apología del apostolado y trabajos de los misioneros capuchinos. 11. Certificación del Prefecto P. Diego de Marchena, 5 enero 1683 (¡bid.). Hace una descripción de todo con muchos pormenores, altares, imágenes, etc. f