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MISION DEL CARONI.—.CAPITULO y 87 encontraba el asunto de la Misión. Después de oírle, los Supe- riores Generales le instaron a que aceptara el cargo de Supe- rior Regular, y recibidas nuevas instrucciones ide la Santa Se- de y de dichos Superiores, regresó a América, y pocos meses después firmó con el Gobierno el contrato por el que quedaba establecida la Misión en Vicariato Apostólico. Los últimos actos del P. Félix fueron el poner la firma al contrato indicado, presentar al Gobierno la Bula de la crea- ción del Vicario, preparar, en lo que a él correspondía, la consagración del Ilmo. Sr. Vicario Apostólico, Fray Diego Alonso Nistal, y finalmente enviar las dos primeras expedi- ciones de Misioneros. Aquí es donde propiamente comienza la historia de la res- tauración de las Misiones del Caroní, historia que ilustramos con la publicación de documentos oficiales cruzados entre las Autoridades eclesiásticas, el Gobierno de la República, y entre éste y aquéllos con la Orden Capuchina, representada por el citado Visitador, M. R. P. Félix de Vegamián. A los dos meses escribió la siguiente carta al Rvmo. P. Procurador General: "Rmo. P. Melchor de Benisa, Procurador General. Roma. Rdo. y mi muy respetable Padre: Hoy recibimos aquí la noticia (le los nuevos Superiores Generales, y ella es la que motiva estas líneas, portadoras de mi entusiasta felicitación unida a la de todos estos Misio- neros. Agradecemos al Señor este grande beneficio, y le pedimos en nuestras oraciones le conceda en abundancia sus gracias para que en .el elevado cargo en que le ha colocado llene cumplidamente sus altísi- inos designios y proporcione a la Orden Capuchina (lías (le gloria y es- plendor. Aún no ha llegado el momento de poder dar cuenta de mi misión en estas regiones americanas. He visitado las casas de Cuba, Puerto 1-U- co y las de Venezuela, excepción hecha de dos Parroquias que están en la parte del Oriente. Ahora estoy quieto aquí, tratando el asunto de las Misiones con los Excmos. Sres. Internuncio, el Gobierno y el Ilmo. Sr. Obispo de Guaya- na. Después de conferenciar largamente con el Secretario del -Ministe- rio, Dr. Méndez, sobre el particular, quedamos en que éll exponga ci asunto al Sr. Presidente y me informe a fin de semana de lo que hayan acordado. Pero conviene que no nos hagamós ilusiones; este asunto marchará lentamente y no haremos poco si empezamos a dar los pri- meros pasos sobre terreno firme.