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86 LOS FRANCISCANOS CAPUCHINOS EN VENEZUELA "Caracas, mayo 8, 920. Rmo. P. General de los FF. MM. Capuchinos. Roma. Rmo. y mi muy respetable Padre: Cuando ésta llegue a esa Ciudad Santa se habrá celebrado el Capítulo General, y rn,e complazco en diri- gir a Y. P. ilma. y al Rmo. Definitorio mi afectuosa felicitación y en- horabuena, rogando al Cielo los asista con sus gracias y al Src9. Padre les dispense su protección poderosa para que desde el elevado y honro- so puesto de la Orden Capuchina, en que la Providencia les ha colocado, den mucha gloria a Dios y esplendor a la misma Orden. Después de haber visitado las casas de Cuba, Puerto Rico y ésta de Caracas, saldré mañana, Dios mediante, para Maracaibo, Porijá y territorio inmediato a los indios Motilones. Corno mi deseo es informar- les al detalle de todo cuanto pueda contribuir a (lar a VV. RR. una idea clara del estado de la Misión y personal, para que así resuelvan y acon- sejen con el mayor acierto posible, diferiré el informe hasta hablar con todos los Religiosos y darme cuenta de las necesidades de la Cus- todio y del l)rO y contra de las Misiones entre indios. Mas, no obstante lo indicado, puedo adelantarles ya la opinión que encuentro en la mayor parte de los Religiosos, y es que no se tomen las Misiones entre los indios no contando con un apoyo decidido del Go- bierno, y si éste no se obtuviera, fracasaría por completo tal intento, si VV. Rmas. no dispusieran alguna otra cosa. El proyecto de las indicadas Misiones, por lo que se refiere a la Guayana Venezolana, comprendería las Parroquias siguientes: San Fé- lix, Upata, El Palmar, Guasipati, El Callao y Tumeremo, con unas quin- ce a veinte mil almas, y, además, toda la región de indios comprendida entre los ríos Orinoco, Caroni y Paragun, la República del Brasil y la Guayana inglesa, Pero esto en lo que no se llegare a un acuerdo con el gobierno, no pasa de ser un buen deseo. Con sentimientos de respeto y veneración, beso la mano (le VV. RR. y les pido humildemente su bendición. Fr. Félix Ma. de Vegamián, Visitador y Comisario General". Después de repetidas conferencias y visitas particulares, cuando el asunto marchaba por vías de una solución satisfac- toria, los Superiores manifestaron al P. Félix sus deseos (le que se quedara en América como Superior Regular de los reli- giosos, y para ultimar las gestiones que venía sosteniendo con el Gobierno, relacionadas con la Misión entre los indios; mas él pidió la obediencia para regresar a Europa, y personalmente expuso a los Superiores de la Orden y a la Santa Sede, a la que dejó las bases que proponía al Gobierno, el estado en que se

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