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76 LOS FRANCISCANOS CAPUCHINOS EN VENEZUELA matrimonio más. Desalentado por esto el P. Melchor, se vino a Caracas con el fin de arreglar el asunto de matrimonios en un sentido armónico con la realidad, pues tal como quería aplicar la ley el Presidente del Concejo de Ciudad Bolívar, era inaceptable e imposible para los indios. S. En septiembre (le 1899 llegó a Caracas con el fin de hacer la Visita Canónica el M. R. P. Provincial de Castilla, Fr. Ladislao de Rionegro acompañado de su secretario P. Agus- tín de Adiós y de los siguientes Religiosos: PP. Froilán de Río- negro, Santiago (le Guernica, Manuel José de Villaverde y Vic- toriano de Valladolid, el Corista Fr. Francisco de Asteasu, con los Hermanos legos Fr. Egidio de Villademor y Fr. Manuel de Muroastráin. El P. Provincial, convencido de que no era posible por el momento organizar las Misiones entre los indios, y como medio para poder después ir a los Motilones de Pe- rijá y a la Goajira, ordenó que se tratara de la fundación de Maracaibo. A los pocos meses los Franciscanos de Tierra Santa, que estaban instalados en la capilla de Los Haiicos, en las afue- ras de aquella ciudad, resolvieron dejarla por no tener las con- diciones necesarias para sus fines, y nos la ofrecieron a noso- tros. Fueron, pues, a tomar posesión los PP. Melchor de Esco- riaza, Superior, José Manuel de Villaverde y Victoriano de Valladolid, y el Hermano lego Fr. Pedro de Ascarza. Luego se persuadieron nuestros Padres que en aquella soledad les era imposible la vida y se presentaron al Ilmo. Sr. Obispo de la diócesis, Dr. Francisco Marvez, el cual les ofreció la iglesia de San Francisco, antiguo templo de nuestros hermanos los Franciscano& Observantes de la Provincia de la Santa Cruz, en la cual estaba instalada la Adoración per- petua; es una nave muy larga y ancha, sin ningún adorno, y no tenía más que una habitación poco ventilada; por un claustro cerrado se pasaba a la sacristía, sobre la cual esta- ba el Paraninfo (le la Universidad; era, pues, necesario arre- glar la iglesia y ver cómo se hacía sitio para alojar a los re- ligiosos que se veían obligados a dormir en la torre. El patio de la Universidad, antiguo convento de San Francisco, es un cuadrilátero muy grande de lados desiguales, y estaba incom- pleto, pues en la parte adosada a la iglesia estaban tapiados

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