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MISION DEL CARONL—CAPITULO IV 65 mundo Andueza Palacio, el Poder Ejecutivo, basado en la ley del 19 dé mayo de 1841, dictó la resolución de 27 de octubre de 1890, disponiendo autorizar al 'llustrsinio Sr. Arzobis- po de Caracas para que contratara la venida al país de cin- cuenta Padres Misioneros españoles, a fin de que establezcan Misiones en los territorios de Yuruary, Delta, Goajira, y en el Estado Bolívar. Es como sigue (1): "Estados Unidos de Venezuela. Ministerio de Relaciones Interio- res. Dirección Administrativa.— Caracas. 27 de octubre de 1890. El Presidente de la República, con el propósito de propender de la manera más eficaz a la reducción y civilización de los indíge- nas que aún existen casi en estado primitivo en los Territorios Ya - ruary, Delta, y en el Estado Bolívar, y siendo los Misioneros Católi- cos agentes muy eficaces para este efecto; con el voto del Consejo Feieraj ha tenido a bien resolver: Se autoriza 'al Ilustrísimo Sr. Arzobispo de Caracas y Venezuela con el objeto de que se sirva contratar por ahora la venida al país de cincuenta Padres Misioneros españoles, para que establezcan Mi- siones en las expresadas regiones del territorio nacional. Estos sa- cerdotes deberán poseer, además (le su reconocida moralidad y sa- nas costumbres, esmerada instrucción, algún arte u oficio cuanto de ellos sea posible, todo de acuerdo con las instrucciones privadas que recibirá el Dignísimo Comisionado, y conforme con nuestras leyes vigentes de Patronato y extinción de Comunidades Religiosas. El Ejecutivo nacional pagará a los enunciados sacerdotes el pa- saje de Europa hasta La Guaira, su transporte al lugar donde se les destine, y la asignación mensual de cien bolívares: les hará dar el alojamiento correspondiente y contribuirá a la fabricación de las iglesias en que han de oficiar. Por resoluciones especiales se asignarán los lugares en que las rfericlas Misiones deban establecerse. Comuníquese y publíquese.—Por el Ejecutivo Nacional, S. Cañas". Povisto de la precedente autorización, se embarcó el Ilus- trísimo Señor Arzobispo después de la cuaresma del año si- guiente, acompañado del canónigo Doctoral Dr. Ricardo Ar- teaga. Llegados a Roma, trataron el asunto con el Romano Pontífice, León XIII, y con la Sagrada Congregación de Re- gulares; y de acuerdo con el Rvrno. P. General de la Orden Capuchina, Fr. Bernardo de Andermat, dispusieron enco- mendar la Misión a los Capuchinos de la provincia de Cas- (1) Recopilación de leyes y decretos de Venezuela cit., T. XV, pág. 192. T. IH.-p. 5