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(1) Teatro de la legislación cit, del Dr. Castillo, t, II, p. 83. CAPITULO IV NUEVO INTENTO DE RESTAURAR LAS MISIONES Guzmán y las Misiones.— 2. Marcada reacción; llegan los nuevos Misioneros.-3. Dos decretos del Gobierno aprobando el Vicariato de Misiones.-4. Cesión de la Igle- sia de La Merced.— 5. Los Capuchinos y ¡a peste vario- losa.-6. La Virgen de Las Mercedes en Caracas.-7. Excursión a Guayana.— 8. Fundación de la residencia de Maracaibo.-9 Misiones en los pueblos; desarrollo del culto.-10. Ley y Reglamento de Misiones de 1915. 1. Ya hemos indicado en el capítulo anterior que el Ge- neral Soublette trató de favorecer, aunque débilmente, el her- moso proyecto (le Páez y Quintero, deseado también ardien- temente por Bolívar en sus últimos años, infundiendo nueva vida a las antiguas y extinguidas Misiones. Pero cuando su- bió al poder el General Monagas y levantó el destierro a An- tonio Leocadio Guzmán, éste valiéndose de todos los me- dios y exigencias que estaban a su alcance, procuró no só- 1,9 acabar con las Misiones, sino que siendo Ministro del Iii- trior, expidió el 5 de febrero de 1849 un decreto, declaran- do (1) "perjudiciales a los intereses de la República todos los extranjeros de ambos sexos pertenecientes a cualesquie- ra de las Ordenes Religiosas que existan, bajo cualquier nom- bre u objeto, así como los sacerdotes seculares, y en conse- cuencia les prohibe la entrada en el territorio de la República". Esta conducta de A. L. Guzmán con los Misioneros fué la continuación de sus numerosas tropelías contra la Iglesia y sus Ministros; él, siendo secretario de Páez, fué el primer causante de haber sido desterrado dos veces el Ilustrísimo