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MISION DEL CARONI.--CAPITULO III 61 "Brindo por ese retrato, Digno de eterna memoria, Al venezolano grato: Martín es grande en la Historia". El R. P. Peflacerrada, tomando pie 'de este último ver- so y haciendo alusión a San Martín de Tours, dijo: "Cuando el hombre es liberal, Reparte con ambas manos Sus bienes a los hermanos Que le dió el Ser divinal. Si en el mundo terrenal Esto es digno de memoria, ¿Cuánta no será la gloria Del que a Cristo (lió su manto? Los siglos dicen en tanto: Martín es grande en la Historia". Al regresar de la mencionada Visita predicó en Caracas el 29 de octubre, y en el sermón atacó a la prensa de la capi- tal por sus campañas revolucionarias contra el Gobierno esta- blecido, y sacrílegas contra los Ministros del Santuario. Con- testóle "El Relámpago" poniendo el grito en el cielo y ter- giversando las palabras del Padre; a lo que éste repuso des- de las columnas de "El Promotor", poniendo los puntos so- bres las íes. Un nuevo artículo de "El Relámpago", de for- mas violentas y expresiones inadecuadas, puso fin a. este in- cidente, pues el P. Peñacerrada no quiso continuar contienda tan enojosa (1). '- Asqueado de tan porfiada persecución se trasladó a La Habana, donde predicó con grandísimo éxito muchos años, pues era célebre orador sagrado y notable escritor, como lo demuestran sus numerosas obras que corren impresas. En 1867 fué preconizado Obispo de la Diócesis de la Habana, donde dejó perennes recuerdos de su celo, abnegación y sa- biduría. Al retirarse de Caracas el Padre Jacinto le siguieron su hermano carnal, el P. Cipriano de Peñacerrada, y el P. Este- (1) Véanse los periódicos: "El Relámpago", Nos. 3 y 4, corres- pondientes a noviembre de 1843; y "El Promotor", No. 29 de noviem- bre de 1843; ambos veían la luz en Caracas.

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