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48 LOS FRANCISCANOS CAPUCHINOS EN VENEZUELA gérmen de descontento, que puede ser desfavorable a la Provincia por el estado de nuestras poblaciones y la adhesión que han tomado hacia aquellos por sus beneficios. Sumamente interesados en el orden y progreso del país, no podemos menos de llamar la atención del Su- premo Gobierno hacia los males que puede ocasionar la pronta sepa- ración de estos Religiosos, sin esperar la llegada (le los que ha man- dado contratar, que han de servir para reemplazarlos, sin perjuicio de las grandes mejoras que han concebido y que ya están realizando. Por tanto, del modo más respetuoso, suplicamos a V. S. se sirva elevar lo expuesto a la consideración del Supremo Gobierno, a fin de que se digne suspender por ahora los efectos de la orden, hasta la oportunidad expresada. Es justicia que esperamos en Barcelona a 21 de octubre de 1842. El Cura y Vicario Eclesiástico.—Manuel Antonio Pércf. (Sigue más de un centenar de firmas). Esta solicitud debió publicarla el Dr. Quintero para de- fenderse de los violentos ataques del periódico "El Venezola- no", en el que el Sr. Antonio Leocadio Guzmán publicó varios artículos, censurando al Gobierno por traer tantos religiosos extranjeros, pues vemos que la Gaceta del 24 de julio y 14 de agosto inserta dos editoriales sobre la entrada de 49 sacerdo- tes, llegados aquellos (lías a Cumaná y La Guaira, haciendo de ellos grandes elogios, especialmente (le los PP. Felipe Neri de Granollers y Arcángel de Tarragona, y, en demostración de que no carecían, ni mucho menos, de cultura, copia sendos períodos de sus elocuentíslinos discursos (1). 3. Con el fin de defender a los Misioneros de las inicuas vejaciones que a diario se les hacían en algunos periódicos de la capital, tratándolos de ignorantes, incultos e ínadapta- bles, insertamos a continuación la hermosa y elocuente ora- ción fúnebre, predicada en Barcelona el 17 de diciembre de 1842 con motivo de las exequias a los restos del Libertador, por el P. Arcángel de Tarragona, Capuchino, perteneciente al primer grupo de Misioneros llegados ese mismo año a Cu- maná (2). (1) En esos mismos editoriales de la Gaceta se les justifica del cargo, que les hacían, de sus tendencias carlistas; lo cual era un ab- surdo en religiosos corno los Capuchinos, siempre ajenos o toda pasión e idea política. (2) Véase el periódico "El Venezolano", Nuin. 178, correspon- diente al 12 de mayo de 1843.

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