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44 LOS FRANCISCANOS CAPUCHINOS EN VENEZUELA cual les está asignada pensión, quedarían en una mendicidad vergon- zosa e indecorosa al Gobierno, que los había traído; para removerla no había dudado asegurar: que se les asignaría una pensión, a seme- janza de la que está asignada por la ley de supresión de conventos, a los religiosos impedidos. Otras comunicaciones dirigí a U. S. en el mismo 20 de enero, de Burdeos, remitiendo cuatro ornamentos completos; el 26 del mismo, en Tolosa, remitiendo tres sacerdotes de excelentes recomendaciones; y en 5 de febrero (le Marsella, reasumiendo mis anteriores comunica- ciones y manifestando mis esperanzas de conseguir en Roma, para donde me dirigía, los sacerdotes de mi comisión, y a donde ya desde Burdeos había escrito poniéndola en noticia (le su Santidad, y del Co- misario Apostólico de los Capuchinos españoles, impetrando de am- bos su protección. El 24 del mismo hice al Gobierno tres comunicaciones; en una remitía los misioneros y algunos religiosos más en clase de socios de éstos y por cuenta de los misioneros que los llevaban: 10 curas, y dos sacerdotes más por su cuenta, siendo uno (le ellos el Y. P. Fr. Ramón (le Murieta, cuya prudencia me ayudé mucho para desvanecer algunas dificultades que allí se presentaron. En otra, di noticia de los orna- mentos remitidos al Sr. Gobernador de Cumaná; en otra acompañé las juiciosas reflexiones del Ilmo. P. Alcaraz sobre arreglo de las Misiones, e importancia de que los misioneros se coloquen de dos en (los. En el mismo 24 (le mayo escribí a los tres Ilmos. Prelados de esta Repblica, incluyéndoles una nómina (le los sacerdotes que había destinado a sus respectivas Diócesis, cumpliendo mis instrucciones. El 27 del mismo autoricé al Cónsul de Venezuela en Marsella, para que pudiese embarcar por cuenta (le esta Bepúbblica los sacerdotes que se le presentasen admitidos por el Rmo. P. Alearas o por mí; con tal previamente firmasen un documento igual a los que han traído to- dos los sacerdotes que han venido para curas, por el cual quedan ga- rantizadas las condiciones que he debido exigir, no obstante que esta autorización solo le faculté para abonar 75 fuertes franceses por tras- porte de cada individuo, informado posteriormente por él que no se con- seguiría ninguno que los trajese, le he autorizado para que abone hasta 80 duros, que el Gobierno me marcó. El 4 (le junio oficié a Y. S. desde Burdeos, remitiéndole dos mi- sioneros y tres curas por cuenta del Tesoro, y cuatro sacerdotes más, que habiendo encontrado algún tropiezo para firmar el compromiso, quisieron venir por su cuenta. En Ja misma fecha me dirigí a los Rdos. Sres. Obispos, mani- festándoles los sacerdotes que enviaba a sus Diócesis. El 29 de junio oficié a V. S. remitiéndole en el bergantín "Laguai- ra" dos sacerdotes que destiné a esta Diócesis, lo que también parti- cipé al Ilmo. Sr. Arzobispo.

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