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MISION DEL CARONI.—CAPITULO III 43 las tres diócesis de Venezuela, la adquisición de treinta artesa- nos para las Misiones; y la inversión (le 6.000 pesos en ornamentos para las iglesias de las mismas Misiones, llenando la minuta que al efecto se me pasó. El 8 de marzo informé al Gobierno por conducto de V. S. la feliz acogida de mi comisión de su Santidad, del Secretario de Estado, Emmo. Sr. Cardenal Lambrochini, y del Rmo. Comisario Apostólico: no habla aún para aquella fecha obtenido la copia de las comunica- ciones, en que el Sr. Lambrochini, a nombre de su Santidad autoriza al Rmo. P. Comisario Apostólico para proporcionarle los 130 sacer- dotes (le las condiciones, que por mis instrucciones se exigían, y su contestación aceptando el cargo; tengo ahora la satisfacción (le acom- pañar estas copias, que posteriormente obtuve del mencionado Bino. P. Comisario Apostólico. En la misma nota participé me ocupaba de la adquisición de un buque capaz de hacer en el mes de mayo, desde Marsella, el trasporte de los 30 misioneros y demás eclesiásticos hasta allí conseguidos. El 29 de abril oficié de Marsella, anticipando al Gobierno noti- cia de estar ya fletado el buque que había de hacer el trasporte de los eclesiásticos, que se reuniesen allí, y recomendando el generoso y ac- tivo comportamiento de nuestro Cónsul Mr. A. C. Cohen y del limo. P. Fr. Fermín de Alcaraz, Comisario Apostólico, en favor de mi co- misión. También anuncié mi embarque el 19 de mayo para Barcelona, como punto en que podía conseguir eclesiásticos, artesanos o útiles de los recomendados para las misiones. El 23 de mayo hice al Sr. Gobernador de Cumaná dos comunica- ciones, una de remisión de 24 misioneros para la Diócesis de Guayana, de tres cajones de ornamentos, vasos sagrados y un quintal de cera labrada; y otro incluyéndole el contrato que había celebrado, en vir- tud de mi comisión, con los tres carpinteros suizos, que también em- arqué. - Por mi comunicación de 20 (le enero, de Burdeos, impuse a S. E. el Poder Ejecutivo (le las dificultades que se presentaban para hacer la remisión (le los Sacerdotes directamente desde Europa a las dióce- sis, a que hubiesen de destinarse según me era ordenado, y razones que demostraban la conveniencia de dirigirlos a La Guaira. En la misma comunicación manifesté el inconveniente en que se tropezaba para conseguir artesanos, por la reserva que el Gobierno se hacía del pacto que les .impusiese los deberes, y les asignase las retribuciones, para que este pacto lo celebrasen dichos artesanos con el director de las Misiones, y avancé mis temores de que de este modo la comisión no tendría el resultado que era de esperar. Manifesté, en fin, que siendo uno de los obstáculos para la consecución de los Misioneros, la consideración de que, los que se inutilizasen por vejez o enferme- dad, inhabilitados por consiguiente para continuar el ejercicio, por el