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MISION DEL CARONI.—CAPITULO II 41 1842, se propuso levantar Iglesia y organizar la vida religio- sa y moral que estaba abandonada, y llegó a constituir uno de los pueblos más florecientes de aquella región. EL P. SIMEON DE VILLAFRANCA.—Capuchino de la Provincia de Castilla, que llegó a Venezuela en la segunda expedición de 1843, y fué destinado a servir de capellán de la antigua Iglesia del convento de San Francisco de Valencia, que tuvo que reedificar de nuevo, convirtiendo las capillas que había al lado de la epístola en una amplia nave; edificó, además, dos casitas detrás del Presbiterio de la Iglesia; una para vivir él, y otra para arriendo, las cuales recogió para si el general Guzmán Blanco; sus herederos las vendieron al Dr. José Berrizheitia, quien las regaló a los Capuchinos después que el Ilmo. Sr. Arzobispo, Dr. D. Juan Bautista Castro, nos cedió canónicamente la Iglesia en 1912. El P. Villafranca mu- rió en Caracas, pero los valencianos agradecidos trasladaron sus restos a esta ciudad, colocándolos en la Iglesia de San Francisco, donde hay una lápida de mármol con la siguiente inscripción: "Descansan aquí los restos del Rdo. P. Fr. Si- meón de Vi/luí rauca, Capuchino de la Orden de S. Francisco, predicador y examinador sinodal de la Diócesis de Caracas. Reedificó, ornamentó y embelleció este Templo con las limos- nas de los fieles, que recogía solicito. Nació en el 2 de abril (le 1810, en Villa franca, de la provincia de Guipúzcoa, y mu- rió en Caracas el 23 de marzo de 1867. R. 1. P."