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EI'ILOGO DE LAS MISIONES Terminamos el relato de las Misiones Franciscanas en Venezuela copiando, algunos párrafos de los eminentes his- toriadores venezolanos señores Baralt y Díaz, que pueden ser- vir de epilogo y cerrar estos apuntes con broche de oro, por lo mismo que en todo el curso de su historia no se incstran nada adictos ni al régimen colonial ni a los religiosos Misione- ros, pues afirman que fué "error evidente la estrecha alianza que contrajeron el despotismo político y el religioso" (1). Sin embargo, dice más adelante: Es difícil, por no decir imposible, calcular hasta cuándo hubiera permanecido enteramente inculto y salvaje el terri- torio venezolano si revivido el proyecto de Misiones cristianas, no hubieran alcanzado éstas el bien que se negó a las armas. Un accidente había llevado a las riberas del río de Cu- maná o Manzanares, al promediar el siglo XVI!, cinco Misio- neros Capuchinos (2), que pasaron a Barcelona, y allí funda- ron pueblos. Verdad es que los trabajos de estos Padres se inutilizaron, por haber tenido que volver a España...; mas otros religiosos los repararon luego fácilmente, y aun los ex- tendieron en aquellas provincias y en todas las demás de cos- ta firme (3). La provincia escogida para teatro de sus primeros traba- jos apostólicos, fué la de Barcelona, cuya reducción era tan- to más importante cuanto que ella debía abrir las comunica- ciones terrestres con las comarcas occidentales de Venezuela, (1) Véase Historia antigua de Venezuela, páginas 277 y siguientes. (.2) Se refiere a Fr. Francisco de Pamplona y sus compañeros. (3) Fueron estos los Franciscanos Recoletos que llegaron a Pi- ritu el año 1656.