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66 LOS FRANCISCANOS CAPUCHINOS EN VENEZUELA nas, aperos de labranzas y demás utensilios de las fincas rurales, el del producto de los bosques, el de los esclavos, el de los animales, el monto del capital invertido, la producción animal y la renta liquida de la industria rural. Sin estos datos esenciales, en vano se preten- deria asentar un juicio exacto acerca de la prosperidad material de un país puramente agricultor, ni apreciar con la exactitud que se de- be, no sólo el grado de riqueza que ha alcanzado, sino el que le falta para poder vanagloriarse de haber sacado de su suelo, de su clima y de su situación todas las ventajas posibles". 4. La principal riqueza en tiempo (lela Colonia fué la ga- nadería, especialmente en los llanos de San Carlos, de la que dice el D. Luis Cisneros (1) : "es una de las más hermosas fundaciones de este país, y su riqueza son los hatos de gana- do vacuno, pues hay vecino que tiene dos q tres, y son de tan crecido número, que llegan a treinta y du(ii'Cnta mil cabezas, las crías de yeguas son también muy grandes, de modo que hay hombre que no sabe las que tiene; hay hato que pasa de quinientos caballos de servicio y cogen gran cantidad de ¡nulas. Los esquilmos del ganado vacuno han enriquecido a sus moradores, yo me he hallado muchas veces en diferentes ha- los en que he visto hacen cada día diez arrobas de queso, sin dejar de hacer manteca. Las mulas, que se producen en abundancia, les sirven para la conducción de sus frutos a Puerto Cabello y también para vender. Conducen sus ganados a Caracas, Pu cito Ca- bello, San Felipe y Coro". De Trujillo, dice el mismo autor "las haciendas de sus moradores son trapiches de caña, de que labran mucha azú- car blanca y pinta, con diferentes dulces y todo género de con- servas; hay algunas haciendas de cacao, se coge mucho trigo, la harina es hermosa, son en extremo aplicados sus morado- res a la agricultura, las tierras son fértiles y producen todo género de granos, es abundantísimo de menestras y toda es- pecie de vituallas, hay grandes crías de ganado menor, cuyas carnes son gustosas, y los carneros muy grandes. Hacen ex- celentes quesos y labran las lanas con destreza, haciendo di- ferentes tejidos, y, en especial, unas alfombras de gran pri- mor y permanencia. Las Monjas trabajan diferentes tejidos de Pila, que se estiman mucho". (1) Descripción de Venezuela, p. 91.