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356 LOS FRANCISCANOS CAPUCHINOS EN VENEZUELA 2. De la isla de Santo Domingo pasaron los primeros agricultores a Venezuela, junto con ci capitán Gonzalo de Ocampo, pero fueron poco afortunados, como lo fué el licen- ciado Las Casas, pues decía a este respecto el P. Capa cii su estudio crítico (le la dominación española en América (1): "El 19 de mayo de 1520, se formó la contrata otorgada al licencia- do Las Casas, concediéndole 270 leguas en las costas de Cumaná (2), y cuantas quisiera al interior. Al efecto de poblana, embarcó dos- cientas familias (le labradores en tres naves grandes, que le aprontó la corona, y le abasteció de víveres y semillas en abundancia. Llegó la expedición a Puerto Rico sin novedod, y aquí recibió Las Casas la noticia (le la destrución de la primera colonia de Cumaná y muerte de los religiosos. Dejó entonces los doscientos colonos repartidos en las granjas de Puerto Rico y pasó a tomar posesión de su territorio, después que Gonzalo (le Ocampo había reedificado la población con el tributo tic Nueva Toledo. Se hizo cargo (le ella y nombró a Francisco de Soto Jefe de la plaza, regresando luego a Puerto Rico para recoger sus co- lonos y conducirlos a su destino, pero apenas se embarcó, los indios acometieron a la nueva población, mataron a Soto y un Religioso Franciscano, y destruyeron la población y, para que el fracaso de Las Casas fuera completo, los colonos que habla dejado en las granjas bus- caron su acomodo en el interior de la isla y no quisieron embarcarse para tierra firme. Al quedarse así burlado el licenciado Las Casas, pasó a la isla de Santo Domingo y se hizo religioso de la Orden Do- minicana". Tal fué el fin de la gobernación del licenciado Las Casas y su hermoso proyecto de colonizar el oriente de la parte de tierra firme descubierta por Colón, y fué una verdadera des- gracia para todos, pues el P. Las Casas era eficazmente favo- recido del Consejo de Indias y le hubiera facilitado todo cuan- to necesitara, y la agricultura y cría de ganados, con aquellos principios, hubiera tomado grande incremento. Treinta y (los años más tarde, el 11 de agosto de 1552, se firmó en Monzón, un magnífico concierto o proyecto de co- lonización de las tierras altas y serranías que hay entre el Amazonas y el Orinoco, que designaron con el nombre de Arau- cas. Era el colonizador o Gobernador de dichas tierras el ca- (1) Tomo 1, pág. 426. (2) Desde el Orinoco hasta Coro.

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