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MISION DEL CARONI,—CAPITULO 1 17 tanto con los nacionales como con los extranjeros; determinará los deberes (te los Misioneros, llenará todos los vacíos que se noten al ejecutar el presente decreto y dará cuenta de todo al Congreso en su reunión inmediata. Dada en Caracas, a 28 de abril de 1841.— El Presidente del Senado, José Vargas.—El Presidente (le la Cámara de Representantes, Fernando Olavarria.—El Secretario del Senado, José Angel Frejre.—El Secretario de la Cámara de Representantes, Rafael Acevedo. Sala de Despacho, Caracas, mayo 1' de 1841.—Ejecútese, José Antonio Páez.—llefrendada, Angel Quintero" 7. Al abrirse las Cámaras en la legislatura del año siguien- te (le 1842, el Sr. Quintero, Ministro del Interior, dio cuenta de la ejecución de la anterior ley en los términos siguientes (1): "El Congreso en sus Pasadas sesiones tuvo a bien expedir el acto legislativo de 1 de mayo, por el cual autorizó al Poder ejecu- tivo para promover, por cuantos medias estuviesen a su alcance, la reducción y civilización de indígenas, haciendo que se reuniesen en poblaciones bajo la dirección de funcionarios que creyese convenien- tes. En su ejecución, y para que empezase a llenar desde luego sus fines políticos y los (le beneficencia y humanidad a que se encami- na, se apresuró el Gobierno a dictar el 22 de mayo una medida pro- visora para la provincia de Guayana; y en 18 y 20 de agosto expidió los decretos que acompaño bajo los números 11 y 12 ordenados con vista de todos los antecedentes que existan en el despacho. Compren- de el primero la organización del sistema de reducción y civilización de indígenas en los distritos Central, de Upata y Bajo Orinoco, y el segundo la del Río Negro. Apenas empiezan ahora a tener efecto las disposiciones (le estos decretos: así no podré dar cuenta todavía de ningún resultado de grande importancia. Sin embargo, las noticias frecuentes que recibe 4 Gobierno del actual Gobernador y director general de reducción acerca de las disposiciones de los indígenas a reducirse, y del núme- ro de las tribus que se van presentando, son muy lisonjeras. Desde ahora se trabaja en aplicar los indígenas a oficios útiles y en introducir entre ellos el uso de ciertas máquinas que ahorren (1) Tomado del mencionado manuscrito del Pbro. Calixto Gon- zález, quien lo copió del Diario de las Sesiones del Congreso. Había en aquella época en Caracas una tendencia muy marcada en favor de las Misiones, como se deduce de la siguiente nota cte Aristi- des flojas, en su obra "Estudios indígenas" pág. 177: "Nuestro padre (José María Rojas) en la época en que redactó El Liberal (1841), conci- bió el proyecto de dar a conocer a los pueblos de Venezuela la serie de cronistas que desde 1535 habían escrito la conquista castellana, y quiso comenzar con la obra de Caulin, la cual ha llegado a populari- zarse; pero los movimientos políticos, que desde 1844, comenzaron a turbar la paz del país le impidieron continuar sus nobles propósitos". T. nx.—p. 2