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168 LOS FRANCISCANOS CAPUCHINOS EN cordias, fué preciso usar de una estratagema para poder trasladar lo restos, a San Antonio del Prado (1). El M. Rvdo. P. Ildefonso de Ciáurriz, dice a este respec- to (2): En nuestro archivo provincial de Pamplona hay u manuscrito en que se afirma ser cierto esto último (la traíd de los restos a San Antonio del Prado); haciendo constar que si la noticia se tuvo siempre en grandísima reserva entre lo nuestros, fué debido a los inconvenientes que podían scguirse No se dá detalle alguno, ni del tiempo, ni del ¡nodo, ni de la personas que intervinieron en el traslado, ni siquiera tien firma el manuscrito. Es muy verosímil el contenido (le este manuscrito, pue difícilmente se resignaría el P. Puente a no cumplir su encar go de mandar los restos a España. (1) Siendo el que esto escribe, Superior de la Misión de Caraca recibió orden el año 1901 del Rvmo. P. Angel de Villalba, Definido General, para que hicicrarnos algunas diligencias a fin de hallar e cuerpo de Fr. Francisco de Pamplona. Encontramos en el archiv diocesano la solicitud del P. Francisco de Puente y el auto del Prel do. Bajó entonces el P. Froilán de Rioaegro a la Guaira, y se encontr con que la Iglesia donde había sido enterrado el Venerable Herman habla sido destruida por el terremoto del año 1812, cuyo solar fué co vertido en plaza, sin que se sepa si fueron exhumados los restos qu allí había, al menos no se levantó acta sdguna. Di cuenta de esto Rvmo. P. Angel, y me contestó: "Yo he sido más afortunado en mi pesquisas; he podido averiguar que, al oponerse el pueblo de la Guair a que el P. Francisco de Puente, mandara a España los venerables re tos, los sacó sigilosamente de la caja cii que estaban, y los mandó rea mente, dejando allí sólo el cajón. Los restos llegaron a Madrid y s colocaron en la Iglesia de los Capuchinos de San Antonio del Prado como esta Iglesia fizó derribada el 1896, y tengo entendido que todo los restos que en ella había fueron trasladados a la Iglesia de Jesú allí hay que buscarlos". No me decía el flvmo. P. Angel, en la referida carta en que fun daba su categórico aserto, ni a mi se me ocurrió preguntarle más sobr el asunto, no obstante que tuve ocasión de hablar con él varias vece (2) En su citada obrita "Capuchinos ilustres de la Provincia d Navarra", pág. 106.

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