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134 LOS FRANCISCANOS CAPUCHINOS EN VENEZUELA Por lo regular, viven en rancherías, pero en tiempo en que el moriche da sus frutos, y el para ellos sabroso Yuruma, abandonan las rancherías situadas en las riberas de los Caños, internándose en el bosque, dificultando, entre otras, esta causa la ardua tarea de civili- zación entre los mismos. Se calcula que en los Caños, en el Barima y Cuyubini, hasta la frontera inglesa, pueda haber unos 12.000 indí- genas (1). Las frecuentes expediciones efectuadas en menos de un año por el Ilustrísimo y Rvmo. Sr. Vicario, a quien acompañé en la más im- portante, pues recorrimos casi todos los Caños, el Barima, el Cuya bini y el Amacuro, legando siempre a la frontera inglesa, han dado por resultado la fundación (le la primera Casa Misión en el Caño Ara- uairnujo, residiendo ya en dicho lugar el M. Rvdo. Padre Luis de León, Superior de la Casa, y el Bvdo. P. Santos de Abelgas. Esperamos (JUC (]entro (le algún tiempo seguirá la fundación de otras Casas en el Amacuro y el Barima. EN LA GUAYANA.—Todavía no se han pOdido hacer expediciones hacia la parte no civilizada (2) en esta región, por haber juzgado más conveniente empezar por los indios del Territorio Federal Delta Amacuro. Sin embargo, a seis leguas próximamente de Tumeremo, dió el P. Luis con una tribu de indígenas nómadas; al principio eran na- da más que treinta y tantos, hoy se han reunido cincuenta, prome- tiendo que se quedarán allí, si se les mandan Padres. Conservan por tradición cíl recuerdo de nuestros antiguos Padres, notificando al P. Luis que sus antepasados les decían: "Se han ido nuestros Padres; cuando veáis que vienen unos que llevan barba, éllos son; hasta que ellos no vengan, no salgáis". Si mal no recuerdo, el P. Luis me di- jo que una india anciana, mujer del jefe de ellos, sabia rezar. Los empresarios del Balatá aseguran que en el interior de Guaya-' na existen indios, pero a grandes distancias y ninguno se atreve a precisar el número; por lo regular, siempre dicen que han visto po- cos. Al Pueblo de Paragua y a San Pedro de las Bocas vienen fre- cnentemento los indios, de tal suerte, que los que hacen sus correrías, podrán muy bien, en el momento dado, servirnos de guías para inter- narnos en dirección del Brasil." (1) En otro informe de Monseñor se dice que "no son tantos, (al parecer) se calculan unos 8.000". (2) Para la fecha de la impresión de este tomo se han hecho ya tres expediciones y se ha fundado la Casa-Misión de "San Francisco de ztcurimán", situada hacia las cabeceras del Caroní.