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106 LOS FRANCISCANOS CAPUCHINOS EN VENEZUELA proyectadas Misiones para asegurar el éxito de ellas. Así se desprende de la siguiente comunicación hecha por órgano del del Rvmo. P. Melchor de Benisa, entonces Proc. General de la Orden Capuchina. "Roma, 10-11-1920. Muy E. P. Félix de Vegamián, Comisario Visitador de la Misión de Castilla. Caracas. Carísimo Padre: La suya del 11 de octubre, que ha llegado uno de estos dios, me ha puesto al corriente del estado en que se encuen- tran los asuntos de esa Misión. Aunque lentamente, algún camino se va adelantando. Por nues- tra parte no creernos conveniente tornar medida alguna hasta que llegue la relación completa que Y. R. está preparando. También que- remos saber qué es lo que piensa la Provincia y qué Padre considera más apto para el cargo de Superior Regular de esa importante Misión. Por cÍ mes de mayo—teniendo en cuenta la indicación de V. R.— mandé a la casa de los Salesianos a preguntar por Monseñor Guerra, Arzobispo de Santiago. Respondieron que había salido para Turín. Pero hace unos POCOS días me sorprendió aquí con su visita y ha- blamos amistosamente, expresándose él en términos muy favorables para con los Misioneros Capuchinos que tiene en su diócesis. Por lo que hace a lo que en mi anterior le decía, relativo a la creación de una Prefectura o Vicariato, poco tengo que añadir, pues ya veo que Y. R. trabaja en esa inisna dirección. Seria una lástima que no se lograse convencer a ese Gobierno, particularmente teniendo en cuenta que la Provincia de Castilla hubiera podido, con el per- sonal enviado a esa República, hacerse cargó del floreciente Vicariato Apostólico de Carolinas, que, por no contar con personal, no se ha podido aceptar, y ha sido confiado, por la Santa Sede, a los Jesuitas. Recuerdos muy afectuosos a los Padres y Hermanos de esa, y Y. R. mande y encomiende a Dios a su aiino. s. S. y Hermano en Cristo, Fr. Melchor de Benisa, Proc. General". La relación completa a que alude la carta anterior, fué presentada por el P. Félix al gobierno en el mes de enero de 1921, y es del tenor siguiente: "Excmo. Sr. Ministro de Relaciones Interiores. Presente. Excmo. Sr.: Teniendo en cuenta los buenos deseos y decidida voluntad con que el Gobierno acogió el ofrecimiento de Misioneros