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102 LOS FRANCISCANOS CAPUCHINOS EN VENEZUELA Le pregunté que si en el caso de no resolverse el Gobierno a esta- blecer oficialmente las Misiones consentiría en que nosotros las cm- prendiéramos por cuenta nuestra, y me contestó que de ninguna manera, pues (le consertirnoslo a nosotros tendría que consentirlo también a los protestantes, quienes en varias ocasiones se situaron en esas mismas regiones y el Gobierno ordenó la expulsión de los tales. Los limos. Sres. Jbispos (le Guayana y de Zulia sostendrán el ofrecimiento (le algunas Parroquias, aunque el Gobierno no acuerde •. nada sobre las Misiones, pero creo que antes (le aceptarlas defini- tivamente merece se piense bien el pro y el contra para resolver lo más conveniente. Yo continuaré las gestiones con el Gobierno hasta obtener con- testación al ofrecimiento que le tengo hecho (le los Misioneros, sea -- la que fuere, pues así no se puede continuar más tiempo. Supongo que habrá recibido las varias cartas y copias de do- cunientos oficiales cruzados con el Gobierno, que tuve el gusto de enviarle ea distintas fechas. -. ., . . Con sentimientos de respeto y veneración Pido humildemente a V. P. ilma. su paternal bendición. Fr. Félix Na. de Vegamián, Visitador y Comisario General. Caracas agosto 25 920". Corno el tiempo pasaba sin adelantar en el asunto, y la Santa Sede urgía a la Orden Capuchina para que se hiciese cargo de otras Misiones, el P. Visitador se creyó en el deber • de dirigirse nuevamente al, gobierno para recabar de él su . definitiva resolución acerca del ofrecimiento de misioneros Capuchinos que en nombre de la Orden le había reiterado en distintas ocasiones para el establecimiento de las Misiones en Venezuela; con tal motivo escribió al Sr. Ministro de Relacio- nes Interiores en los términos siguientes: "Excmo. Sr. Ministro del Interior. Presente. Excmo. Sr.: No sé si el llevar aquí casi seis meses esperando 1. alguna res5lución del Gobierno en el asunto de las Misiones y el ur- ;• girme el regreso a Europa, me autorizarán para recordárselo de nuevo a V. E. Senliria vivamente (lar con esto motivo de algún desagrado al Gobierno, para quien estoy muy reconocido y obligado. Los Superiores de la Orden Capuchina creen prestar un buen servicio al Gobierno y a la Nación Venezolana, al propio tiempo que la Religión, ofreciéndoles Misioneros para continuar la civilización a