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MISION DEL CARONI.—CAPITULO y 97 fa oficialmente la propuesta así formulada que, aunque muy poco sa- tisfactorim, podría ser el principio Para ir presentándole otras bases. La resolución que acuerde se la comunicaré inmediatamente a V. P. Rma. Con sentimientos de respeto y veneración queda (le V. P. Reve- rendísima, affmo. y humilde siervo que su bendición le pide, Fr. Félix Ma. de Vegarnián, Visitador y Comisario General. Caracas, julio 22, 920". Por lo dicho verá. el lector que a las tres o cuatro largas y bien razonadas exposiciones sobre las Misiones, nada con- testaba oficialmente el Gobierno, y este silencio motivó la si- guiente Comunicación, última del Ante-Proyecto que inser- tamos más adelante. "Caracas, agosto, 11, 920. Excmo. Sr. Presidente Provisional de la República de Venezuela. En su despacho. Excmo. Sr.: Deseosos los Superiores de la Orden Capuchina de continuar en la nación de Venezuela las Misiones entre indios, inte- rrumpidas por las circunstancias de los tiempos, y en las que nuestros antiguos Misioneros vieron coronados sus sacrificios y su celo con el más feliz éxito, como lo pregona la misma historia patria, han pres- tado siempre atención a las iniciativas e intentos de los Gobiernos, en orden al establecimiento de las deseadas Misiones. Por eso, en distintas ocasiones ofrecieron a los mismos Gobernantes Padres Mi- sioneros, con la única aspiración de poder prestar algún servicio a la Religión y a la Patria. Al que suscribe le ha tocado la suerte de ve- nir de Europa dos veces para haer este ofrecimiento; y aunque en 1primera, no obstante los buenos deseos de todos, no se pudo llegar a a realización (le la obra, en ésta he concebido desde los primeros momentos una firme esperanza de que el Gobierno, cada vez más in- teresado en tan hermosa obra, había de acoger nuestro ofrecimiento y vencer todas las dificultades. Con el fin de ayudar con cuanto está de nuestra parte al Gobier- no, hemos tratado con el Excmo. Sr. Internuncio y los Ilustriimos señores Obispos de la Guayana y del Zulia acerca de este asunto; y estos señores, que sienten el mismo interés y entusiasmo que el Go- bierno por la misma obra civilizadora, han ofrecido su decidido apo- yo, cediendo generosamente las Parroquias de SUS diócesis que el Go- bierno y la Santa Sede juzguen conveniente para el establecimiento de la Misión y constituir un VICARIATO APOSTÓLICO, en conformidad con lo que había decretado el Gobierno en el año 1894, y de acuerdo con T. 111.—?. 7