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LOS FRANCISCANOS CAPUCHINOS EN VENEZUELA pues el Alcalde mayor de Cubagua escribió dando cuenta de todo y temen que los indios les impidan tomar agua en las costas de Cumaná para las necesidades de sus moradores, puesto que en Cubagua no la hay. Aprestáronse inmediatamente cien hombres en tres carabelas e por capitán Gonzalo de Ocampo vecino de esta, caballero e hidalgo de confianza; y estando preparando esta armada, a los dos días llegan nuevas noticias del Alcalde de Cubagua diciendo que ya los indios les impiden tomar agua y que habían quemado el Monasterio de los Franciscanos de Cumaná. Tornamos a juntarnos e resolvimos que en las tres carabelas fueran 200 hombres, a fin de socorrer a los de Cuba- gua, castigar a los indios rebeldes y restablecer la paz. Es cierto que de aquella costa se han traído aquí indios, pero fueron pocos. Escrita esta, llegué yo el Almirante; paréceme bien todo lo dis- puesto, e así lo aprobé e acordé firmar esta carta con todos los de- más. En Santo Domingo de la isla Española a 14 de noviembre de 1520. El Almirante e Virey-Licenciado Villalobos—Matienzo—Aillón —Figueroa--Pasamonte----Alonso—Dávila. El extracto de la provisión dada por los Oidores de Santo Domingo a Gonzalo de Ocampo, es como sigue: "A vos, Capitán Gonzalo de Ocampo, cometemos el castigo de los indios de las provincias de Cumaná, Santa Fée, los Tagares, Maraca- pana, a cuyos caciques, e especialmente a los llamados Maraguey, D. Diego, Gil González e Pasamonte e otros indios que se habían procurado dar doctrina e regalar para que se convirtiesen. E ellos lejos de agra- decerlo (1), habrá un año que, andando contratando con ellos ciertos capitanes españoles, los mataron con 40 hombres, e habrá cuatro meses mataron también a dos Frailes dominicos, el uno revestido para decir Misa, etc. Luego mataron al capitán Ibáñez con cinco Españoles. Los de Maracapana mataron al capitan Hojeda e a sus compañeros alevosa- mente, e del mismo modo a los capitanes Villafáñez e Gregorio de 0- caña con 46 hombres e quemaron el Monasterio de Franciscanos de Cumaná. Después impidieron tomar agua a los vecinos de Cubagua en el río de Cumaná y Margarita y echaron ponzoña en el agua, por cuya causa el Alcalde mayor y los vecinos se vieron obligados a de- samparar la isla. Para remediar esto iréis vos, el Capitán Gonzalo de Ocampo, con esta flota derechamente a Santa Fée; y procuraréis prender a Maraguey e a su hermano e a cuantos caciques e indios de esa provincia pudiére- des, pues todos fueron concertados de matar los dominicos; e enviarlos eis acá para que se haga justicia. . . Lo mismo hareis con los Tagares que fueron en favorecer a los de Santa Fée. En Maracapana requerid (1) Aquí falta la noticia del martirio de los dos primeros domini- cos de que hablamos más adelante.

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