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MISION DE CUMANA,—CAPITULO V 77 lo que pidió el fiscal, he mandado por despachos de esta fecha al Go- bernador y Capitán General de las Islas Canarias procure enviar a Cumaná algunas familias para que hagan dicha población, y al Go- bernador de Cumaná para que les señale tierras que labrar para su sustento, y que los indios que sacaren dichos españoles de los mon- tes, se los encomiende para que les sirvan tres días a la semana en los ministerios que les están señalados desde la edad de catorce años hasta sesenta, y con las demás calidades y condiciones, que refieren los despachos que he mandado remitir a las provincias de Caracas y Cumaná; y encargo con todo aprieto a los Gobernadores y Obispos de ellas cuiden mucho del buen tratamiento de los indios y que den doctrina y enseñanza, y que sean tratados benignamente, ayudando por su parte a la reducción. Y a vos, como Prelado de esa Misión, y a cualquiera que os suce- diese, os encargo y mando que por parte vuestra hagáis lo mismo, procurando descargar mi Real conciencia, por ser este punto de tanto escrúpulo. Asimismo, he mandado se envíen a esas Misiones diez Re- ligiosos, a costa de mi Real hacienda, para que haya más obreros que se ocupen en la propagación de nuestra Santa fé católica. Y porque se ha entendido en el dicho mi Consejo de las Indias que algunos de los Religiosos Misioneros se ocupan en otros ejercicios y comisiones, mediante lo cual tienen ocasión de distraerse de su ministerio principal, he ordenado al dicho Comisario genra1 que no permita pase a esas Misiones ningún sujeto con ejercicio ni comisión alguna, aunque sea del Santo Oficio de la Inquisición, para que no tengan ocasión de separarse de fin tan santo a que son enviados. Asi- mismo, se ha tenido noticia que el Provincial de Andalucía, que es el Comisario general de esas Misiones, por la mucha ocuación que tie- ne con su oficio, no puede aplicar el cuidado que es necesario para su gobierno y dirección; y he mandado que pueda exonerarse y en- cargar a otro Religioso que cuide mucho de esas Misiones. Y porque se ha tenido por conveniente que los Religiosos de las Misiones elijan por si mismos y de entre ellos los Prelados trienales y que el Comisario general les dé la forma y autoridad para ello, se lo advierto así por el mismo despacho al Comisario general, y a vos o quien os sucediere en ese cargo, están advertidos de decirle al dicho Comisario general del sujeto que se quiere por Prelado trienal de esas Misiones, por lo que conviene tenga noticia de todo lo que en ellas se ejecuta. Y del recibo de este despacho, avisaréis en la primera ocasión que se ofrezca.—Fecha en Madrid, a 27 de agosto de 1676.—Yo, el Rey. —Antonio Rosas. —Hay cuatro firmas.—Es copia fiel. —Fr. Mar- celino de San Vicente", También regresó a España, tal vez con el P. Puente o al año siguiente, el P. Francisco de Tauste, uno de los fundado- res de esta Misión, con objeto de imprimir un Catecismo,