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/ 72 LOS FRANCISCANOS CAPUCHINOS EN VENEZUELA las mujeres en esforzar a los hombres. Quedaron victorioso7 dando gracias a Dios por el feliz éxito, pero resentidos de ls vecinos de San Carlos, porque no les ayudaron con ningún ¡o- corro, pues si hubieran salido, sin duda acabaran con ¡los franceses ' Caribes. Desengañados los franceses con el castigo sufrido,, 4' o se atrevieron a combatir más a San Carlos ni a niolesi a las Misiones; también los Caribes pasaron varios días, sjh llevar a cabo nuevas hostilidades contra nuestras Misione', aunque poco después cogieron cerca (le San Carlos un inco de los nuestros y le quitaron la vida. 10. Viendo tan continuas invasiones, se fueon desazo- nando los de San Carlos, tomando Pretexto de $1 ales sucesos para desamparar el pueblo y retirarse tierra ac3ntro. Para poner en práctica su designio, alegaron que .-.,franceses es- taban cerca de la población, aunque todos sabían que hacía ya quince días que se habían embarcado para sus islas, y no volvieron jamás; sin embargo, de tal manera se apoderó de ellos el miedo, acrecentado con mil embustes y ficciones, que no hubo medio de contenerlos, y el 24 de marzo del mismo año de 1674 abandonaron la villa de San Carlos todos sus vecinos. Pasaron a la Misión de San Juan Bautista, diciendo que estaban cercados de enemigos y que convenía se retiraran to- dos; de tal manera se sedujeron todos con los enredos, cobar- días y falsos temores, traídos por un hombre desconocido, que despoblaron los indios de San Juan, y los (le El Pilar. Con esto se fueron aumentando las voces de que venia el enemigo con poderoso ejército a desolar toda la región. Man- daron los Misioneros algunos hdios cristianos a explorar el país, y ver si era verdad que volvían los franceses con tanta gente; y averiguaron que los franceses se habían embarcado sin pensar en nuevas aventuras por miedo de los españoles, y que los Caribes, sin este apoyo, estaban resueltos a retirar- se a vivir al río Orinoco. Con este infórme intentaron los religiosos detener la gente, y que todos se volviesen a sus po- blaciones; pero nada pudieron conseguir, y se fueron todos

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